7 de septiembre de 1938.
Quinteros se
Tetiene; ha
sentido, la sú-
bita' vibración
que torció de
epente la
4 horqueta. paré
3 “adentro: he
A
r ORDOBA vicne sintiendo la es. - e PERE, .
casez del agua. yo , . e
A verano seco, inviérno - .. - AD ADE
Apenas el manto verde de las hojas 7 - PA FIL FRA
ha ido tapando la desnudez de la pie-. _ —— A . 7 .
ira. - e. e.
Ha llegado inopinadamente de Ischi- Ph Ta, - -
ín, donde vive, don Lucio Quinteros. - E. -
Es conocido a larga distancia de la E == e - -
ierra, . , —
Ahora, naturalmente, está más en bo- > la e d a Cór 7?
za: se lo llama y se lo consulta como
al médico en caso de epidemia.
Viste con modestia, a la manera del
1ombre de campo; usa saco blanco
'ayado, pantalón obscuro ajustado al
tobillo, alpargatas y sombrero copú-
do y alado de paja. Bigote y barba
ralos y canosos,
Apenas sonrie, y de común se man-
tiene grave y silencioso. "
Cuando lo vi estaba dedicado-2- 5US
yo no fracasaría. Trató de explicarme
:n forma imprecisa, !
Yo que había ido a cavar un pozo,
ensayé..., tomé el palito, como se me
indicaba, y noté de repente que al pa-
sar junto al pozo el palito “se me
novía”.,. Yo me reí, pero seguí praec-
cicando,
La prueba daba resultado y no fa-
llaba.. ,
Así continué ya en firme aplicando
21 procedimiento. Y acertaba en to-
dos los casos. Tal, con Angel Seppa,
Gabriel Quinteros, al Norte de Las Lo
mitas; Cruz Luna, en San Pedro To-
yo; Franeisco Córdoba, cerea de su
tasa; Nicomedes Junco, en Ischilín vie-
jo, y Jacinto López, en La Zanja, don-
de, como en otras partes, él mismo ca-
Yó el pozo. .
— ¿De qué madera es su horqueta?
— De “lagaña, de perro”, arbusto
jue se considera, además, con propieda-
des insecticidas. También suelo usar el
poleo... Otros aplican una ramita de
sauce.
Si se carece de árboles, la búsqueda
+ hace sin su orientación. o.
En cuanto a las plantas, acusan la
yresencia del agua cuando sus gajos,
a la inversa, están colocados hacia
arriba, -
Habiendo árboles en contorno, la me.
lida se .determina calculando unos
reinta y cinco pasos en cruz y bus-
'ando el punto central de la corriente,
-+Y siente usted alguna impresión
ión llega hasta el nivel de la imper- iwroyo de Tschilín, Fatalmente, como
neabilidad del terreno. 21 todos los casos, la concesión injus-
En cuanto a la medida se la esta- 'omada de la acequía que proviene del
Jece calculando aproximadamente un a ha cercenado ese derecho, del cual
netro con diez centímetros por cada "ueron privados hasta provocar la
ASO. - ]ausura de la toma. —
Don Lucio Quinteros, que recorre le Quinteros, que trata de dar agua a
ruas y leguas a lomo de mula, respon- os demás, se ve obligado a discutir.
liendo a cualquier llamado, ya que su A legalmente en su propio campito,
ama se ha difundido por los contor 0 que resulta casi irónico,
105, y se ha prestigiado por sus re Entiende que el agua no debe tener
vetidos éxitos, “no trabaja” cuando so lueños absolutos exclusivos: es de to-
xa demasiado viento o cuando llueve lo el vecindario. |
La vibración de su varita mágica de . Sk1S
be templarse con la irradiación solar Ton se Mime cone o suit
lo que es muy común en esa región bourdos * h ¿208 conte
norteña, de clima casi subtropical. , 2s que hoy se originan por su
A . , arencia, cuando otros la desperdician,
No es un paisano ignorante ni tor- “chándola al monte. Quedan así cha:
e. Está poseído de la importancia de :1as de cúltivo en la esterilidad a pe-
papel que inviste. Habla pausadamente — ¡xr del noble empeño de quienes las
y parece que meditara cuando debe — »xplotan para fomentar la riqueza pú-
contestar alguna pregunta seria, ica y contribuir al engrandecimiento
Además, tiene afán por instruirse :conómico del país.
Lee y estudia todo lo útil que le llega A la propaganda oficialista repleta
a las manos, * je consejos para el colono o el gana-
Estuvo en Buenos Aires y Mar del lero, debería agregarse un afán más
Plata en el año 1897. Vino a visitar erio, a fin de curar estas anomalías,
en esa ocasión a sus parientes, los Vi- xromoviéndose en todos los casos las
larreal, que viven en Miramar, 'eformas necesarias a la legislación vi
Ha heredado ocho hectáreas de tie- rente, que en materia de riego, por k
rra en Los Ruíces. Su abuelo tuvo de- Tisto, no puede ser más anacrónica y
recho por turno a siete días de agua ,trasada. -
ARMANDO MAFFEI
En busca de la vertiente; todavía no
se establece ningún contacto. No
Las nou mor allí.
a manera
ómo tome
t horqueta
- la “laga-
1 de po-
ro” entre
as: manos
el vértice
n lo alto y
*e irente).
areas; absorto en ello,
ecorría una chacra re-
ién sembrada de taba-
0. Llevaba fuertemen-
te asida en-
tre sus dos
manos una
horqueta, y
miraba
apenas ha-
da adelante.
De pron:-
o noté que
la Trama,
le forma
triangular,
doblaba sú-
bitamente
su vértica
para atrás.
Era una
fuerte vi-
bración, co.
mo una sa-
endida;
Quinteros
se detenía
antonces... Bus-
caba de muevo
la “corriente” y
18 seguía has-
ta que el tron-
quito volvía a
tomar su posi-
ión originaria.
Oi decir: —
?or aquí pasa
—-.. 1... TAN
ón que parecia cronométrica); —
1erce con una curva allá, busca del
olle al norte; cruza por entre esos
os árboles en los bajos del monte,
asta que en aquel cerro, donde está
| mogote, se desvía...
El dueño de casa — un estanciero
iollo — lo miraba atónito y noté que
sentia mecánicamente, como aprobar.
o todo loque aquél afirmaba.
Le pregunté si creía acertada la in-
icación del “buscador” de agua.
— Del todo acertada; atertadísima,
le voy a explicar el porqué,
... Ahora estamos en una época de
ran seguía; además, la tierra de esta
añada se ha removido, se encuentra
rada y sembrada. Difícil y hasta im.
asible sería, sobre el terreno mismo,
sterminar la posibilidad de la exis-
»neia de alguna vertiente subterrá-
ea... Sin embargo, lo que señala
Juinteros es exacto, porque cuando
lueve mucho se notan por el sitio que
| indica vestigios de humedad y a ve-
:5 llega a brotar un poco de agua 2
. superficie. .., por ahí, precisamente.
Casi -en. seguida pude abordar al
aisano a quien yo había conocido de
ntes, en una fiesta criolla, De mane-
an que hubo mayor confianza y no
:casearon sus palabras,
Pregunté sobre la iniciación de su
ficio,. —.
— Cástulo Ruiz me reveló el “se-
reto”; ; pero fué Moisés Omil, estan-
iero de Río Negro, quien me aconse-
5 que lo siguiera, porque a su crite
n_« anneripndama enmaá má >
tarc- «do .
treulo 10-
re la arc-
ta para de
erminar 1:
rofundida
T QUE See”
entr
Los peones de la casa le traían en-
:onces muchas ramas de aquella plan-
ta, que habían ido a buscar al monte,
y de entre las cuales Quinteros, des-
“chando unas y eligiendo otras, llegó
a juntar media docena...
— Estas son huenas — dijo; — pue-
den servir... :
— Al entrar en funciones no debe dis-
iTaerse, Al-contrario, Se concentra en
sí y mira algún arbusto (de tala o
espiñillo si lo hay) en la cercanía, eu-
YOS gajos o ramas ya descubre incli-
taras hasta al «nola
“uando se establece el contacto?
— Sí, señor, Como una sacudida ca:
electrizante, . o
Alguien que escuchaba nuestra con-
ersación exclama sin. contenerse:
— ¡Este señor es el hombre que sal-
va a la gente de la sed! - “
Y el aludido, modestamente, contes-
ta, rechazando el honor del elogio:
— ¡Sólo Dios puede salvarla!
“Ahora un segundo punto, también
interesante, en el que estriba la fija-
ción de la profundidad a que ha de en-
contrarse la vertiente, ,
Quinteros se dispone a demostrarlo
prácticamente. —
Ha llegado hasta mi casa de Río de
os Talas, donde el pozo con molino a
riento quedó en. seco. —.
Sostiene que la perforación anterior
ha sido por pocos metros equivocada,
y la rectifica marcando una nea di-
recta hacia un durazno, paralelo al
mismo pozo.
)» —Aquí está — afirma con seguridad,
Luego baja hacia la cercanía del pa-
do y encuentra uná mueva corriente.
Pone allí una piedra y ratifica la
xrientación, repitiendo el experimento
con -el mismo resultado, .
Elige el punto céntrico, midiendo
:on la horqueta en cruz por descenso
lel terreno. Traza una circunferencia
'asi perfecta en la tierra, y sobre la
»xerpendicular al diámetro, tomándolo
1] cruce, va entonces caminando, Cuen-
2 los pasos hasta que la varita se
uerce bruseamente; entonces sigue pa-
“a saber si ese punto es definitivo o
ecundario; cuando hay ló segundo, el
gua es regular. De lo contrario, la
xperiencia- le. asegura que ella es sa-
ada o pobre. Esta parte de la marea-
La técnica pone al servicio del
+0mbre gigantescas perforadoras
vara buscar agua o petróleo, . El
inllo- de Córdoba dice que nn hm
nm Ina Aaa ——— IL.