Full text: 29.1939,10.Mai=Nr. 1477 (1939147700)

LA LUCHA DE TENDENCIAS EN EL RADICALISMO 
PUEDE TERMINAR CON UNA DIVISION HISTORICA 
TRADICIONALISMO Y EVOLUCION. — LA 
DOCTRINA “POSITIVISTA” FRENTE A LA 
ETICA. — EL CASO DE SAN JUAN, — PUEDE 
VOLVER A OCURRIR LO DE HACE 50 AÑOS. 
El radicalismo es la ilusión de los opositores y la esperanza de los 
conversos”, : , 
No es necesario repetir que, como fuerza de opinión, representa 
21 sentir de la masa argentina y significa un sólido baluarte de 
nuestra democracia, porque ha sabido interpretarla durante casi 50 
años de acción continua e invariable. 
Por su valor numérico y su representación ideológica, ese organis- 
mo cívico desenvuelve su acción en medio de un cargado ambiente 
le aspiraciones, intereses y recelos. 
Como queda dicho al principio, en estos momentos. su marcha no 
sólo interesa a los propios, sino que provoca expectativa entre los 
radicales conversos y “rosados”, los cuales confían más en la polí- 
ca “radicalizante” del presidente de la República que en el esfuer- 
zo natural de los mismos dirigentes opositores por recobrar el nivel 
alectoral de los partidos. Y, por reflejo, las “minorías selectas” no 
vueden apartar su mirada de -ese panorama que se presenta, para 
allas también, cargado de dudas y problemas. : 
Pero, ¿qué dirá el porvenir de esas corrientes que se agitan por 
debajo de la superficie, tratando de aflorar para imponer sunrema- 
2ías? 
La gran cuestión está en saber si el radicalismo, como fuerza de 
evolución, alcanzará a superar a ese otro radicalismo que se pre- 
senta como fuerza de retención, enquistado en las tradiciones y los 
principios de una época que ya pasó, o si, por fin, sobrevendrá el 
choque definitivo que lo divida, marcando rumbos nuevos para unos 
7 determinando el arraigo en las viejas doctrinas nara otros. 
Tradicionalismo y evo. El trasicionalimo, empeñado en 
e] *onservar el viejo programa, ajuste- 
5 : lo a las viejas doctrinas, se divide en 
tución los o tres grupos: los abstencionistas, 
Puede decirse que al presente el ra- ue inspira el doctor Giemes; los “de- 
dicalismo es un verdadero mosgico. incionistas”, que se cobijan, al pare- 
Mosaico demostrativo de una situa- er, bajo la tutela. del gobernador de 
ión de desorientación o de renovación órdoba, doctor Sabattini, y los “in- 
que obedece a una causa fundamen- “ansigentes”, que aceptan la lucha 
al: la revolución de septiembre de lectoral, pero proclaman la mecesi- 
'990. ad absoluta de mantenerse en el lla- 
-— ¿Con cuál de los dos se queda usted, querido correligionario? 
—- ¿Yo? Este... Con el que resulte "quedador”, pues, 
10, sin contactos de ninguna especie 
07 las tendencias radicalizantes has- 
"4 que les sea dado alcanzar el triun- 
fo por el camino abierto de los comi- 
“os libres. 
Lá evolución tiene asimismo sus 
natices: hay los evolucionistas “po- 
itivistas”, que procuran llegar e una 
onjunción con los radicales oficialis- 
as aprovechando los medios del “co. 
aboracionismo”. parlamentario y el 
“integralismo” electoral (ejemplo tu- 
umano), y hay los evolucionistas pre- 
idencialistas, para quienes la cuestión. 
'ebe resolverse lisa y llanamente acep- 
ando la actual presidencia como un 
roducto netamente partidario, pres- 
ándole, por consiguiente, amnlio y de. 
dido apoyo. 
En la Casa Rosada son visiblemen- 
e partidarios del “positivismo”, .que 
vfrece menos inconvenientes y creu 
nenos conflictos, porque su for- 
ma de evolución es más diplomática 
¡ permite mayor elasticidad de con- 
:eptos y movimientos, 
Es de presumir que, andando e 
tempo, los tradicionalistas se suma- 
'án, formando un solo bloque, y otro 
anto ocurrirá con los evolucionistas, 
Pero, ¿quién dominará a auión? 
autoridad para hacerse respetar e 
imponer sus sanciones, 
Un gobierno de partido cuenta 
asimismo con la Carta Orgánica, 
los reglamentos, la influencia de su 
wtoridad para mantener la disci- 
Nina y dar curso a sus orientacio- 
des, 
Eso es lo que actualmente defien- 
de al radicalismo de la disgregación 
v del caos: la masa está a la ex- 
ectativa, y los caudillos, inseguros 
tel efecto que produciría en ella un 
uzamiento, no se atreven a dar el 
rente, y siguen también a la es- 
vera del momento decisivo para ex- 
mayar su pensamiento. 
Al ritmo de ese estado de cosas, 
2] doctor Alvear ha llevado al ra- 
iicalismo por sendas que no som 
las señaladas ni por Alem, ni por 
Del Valle, ni por Irigoyen. 
Alvear es francamente evolucio- 
nista, y comparte los puntos de vis- 
ta de los “positivistas”. Está, pnes, 
en la corriente “acercadora” que 
trata de acortar distancias entre la 
Casa Rosada v el partido. 
” . 
El poder del espíritu - 
Pero hay veces en que el poder del 
Joder no logra dominar al poder del 
espíritu, y eso es lo que preocupa a 
0s dirigentes “positivistas” del. par- 
ido radical. Ellos están construyendo 
su obra, pero saben que todavía se ha- 
lan sobre terreno flojo, de modo que 
1n sacudimiento brusco podría derri- 
narla. De ahí la acción diplomática a 
El poder del poder 
— 
La posesión del poder, que da el 
manejo de los resortes administra- 
"ivos, es tan importante en el go- 
xermmo de los partidos como en el 
te los pueblos. Un gobierno tiene 
iempre de su parte las leyes, las 
nstituciones armadas, el mecanis- 
no burocrático, los resortes de la 
(Continúa en la página 66:
	        
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