330
CUBA CONTEMPORÂNEA
cierto que el clima tropical ejerce una influencia deprimente sobre
las funciones orgánicas, que el carácter se resiente al debilitarse
las convicciones y las creencias, y que la desmedida afición a las
ideas nuevas reduce la actividad profunda del pensamiento; pero
existen otros factores que han influido favorablemente sobre el
carácter cubano.
Los enérgicos y perseverantes esfuerzos que el cubano ha te
nido necesidad de realizar durante varios siglos para modificar las
condiciones poco favorables del medio físico y defender su hogar
contra el extranjero, así como los sufrimientos soportados durante
las guerras de la Independencia, han contrarrestado los malos efec
tos del clima, han endurecido su organismo y han templado su vo
luntad para la lucha y el trabajo. La tenacidad y el brío con que
el pueblo de Cuba defendió sus ideales, durante el siglo pasado,
persistiendo inquebrantablemente, bajo apariencias distintas, en un
propósito fundamental de independencia y libertad, han robustecido
y unificado su carácter, anulando en parte los malos efectos pro
ducidos sobre éste por la defectuosa educación familiar, el ale
jamiento de la juventud de la vida activa de los negocios y el
desarrollo excesivo del espíritu crítico.
La rapidez con que el cubano ha reparado los desastres de la
guerra de Independencia y reconstruido los hogares arrasados, edi
ficando y hermoseando caseríos, pueblos y ciudades populosas,
abriendo caminos a través de todo el país y surcándolo de vías
férreas, roturando y desmontando los campos, lanzándose a las
actividades del comercio y de la industria, elevando la producción
a cifras no superadas proporcionalmente por pueblo alguno, son
pruebas que demuestran las secretas y ocultas fuentes de energía
que posee en su alma, disimuladas por su exterior ligero e in
constante. Por otra parte, la necesidad en que el pueblo de Cuba
se ha hallado de mantener estrechas y variadas relaciones con
otros países de elevada civilización y distinta mentalidad, han agu
zado su inteligencia, acrecentado su patrimonio intelectual y au
mentado la riqueza de su vida afectiva.
La historia debe abstenerse de hacer profecías, porque la inex
tricable complejidad de los factores que rigen la vida de las so
ciedades, mantiene en profundas tinieblas el mañana, e impide
columbrar el secreto de lo porvenir; pero uno de sus fines propios