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CUBA CONTEMPORÁNEA
Metro mágico y rico que al alma expresas
llameantes alegrías, penas arcanas,
desde en los suaves labios de las princesas
hasta en las bocas rojas de las gitanas.
Leyente: prescinde de lo leído, y pon tus ojos en los renglones,
que voy a copiar, de Andrés González-Blanco :
Es Salvador Rueda un gran artista técnico, y además un técnico de
miras modernas. A él se debe el desentumecimiento de muchos ritmos
que yacían en el desván de los trastos viejos. Tal es el dodecasílabo
en sus varias formas... de los cuales podemos dar a continuación unos
hermosos versos suyos como muestra:
Valencia, en sus campiñas que el río cruza,
muestra huertas y flores en filas puestas;
es levantina a un tiempo que es andaluza
y también la guitarra vibra en sus fiestas... (6)
¿Qué ritmo del dodecasílabo ha desentumido Salvador Rueda?
Ninguno. El dodecasílabo clásico, el anfibráquico del Rey Sabio,
perfeccionado e impuesto por Juan de Mena, no emergió, con
Rueda, de su eclipse. Poeta como el Marqués de Santillana tiene
buena parte de su producción vertida en ese verso, bien con el
ritmo citado o con el trocaico, aparte de otros matices, menos
usuales, pero tampoco desusados totalmente. Del dodecasílabo de
seguidilla, parece vicioso decir un par de palabras. ¿Cómo había
de estarse en el desván un verso que asoma a su orto? Del co
medio del siglo XIX arranca el vigor del nuevo dodecasílabo.
Nosotros asistimos a la época de su gran eclosión, y sin embargo,
el crítico asturiano, para otorgar un laurel a Rueda, pone al ar
monioso hijo de la seguidilla en el ‘‘ángulo obscuro” a donde van
a parar los desperdicios de la métrica.
No debemos manifestar asombro por la declaración del heraldo
de Rueda. El propio poeta se tiene por inventor del verso que
zarandeamos, según famosas llamadas que estudiaremos más ade
lante. Niego en redondo—no en vano he expuesto un repertorio
de pruebas—¡que Rueda haya desentumido el dodecasílabo de se-
(6) De Motivos valencianos (En tropel, 1893) p. 177-178, de Salvador Rueda y Rubén
Darío.