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CUBA CONTEMPORÁNEA
Moisés llegó a orillas del mar Rojo, y él
a Moisés dió paso, muerte a Faraón,
porque el pueblo santo fuera, de Israel,
a los desposorios del rey Salomón.
Con sus arpas de oro, Solima y Saúl
cantando discurren la etérea región,
y van, como el cielo, vestidas de azul
a los desposorios del rey Salomón.
El Hijo de Maldición, (Leyenda).
Forma anfibráquica pura:
En tanto que el mundo velado en su sombra
nos hace en el lecho dormir y soñar,
vagar solitario le es grato a un poeta,
en vírgenes montes, a orillas del mar.
(El poeta).
Mezcla de ambos ritmos:
Padrones gloriosos de eternas verdades,
de Hermón ¡oh colinas! puertas de Salén,
del Líbano bosques, cipreses de Cades,
pozo del desierto, gruta de Belén.
Veneranda tierra, sepultura santa,
que estáis a la diestra del limpio San Juan
por cuyo poniente su testa levanta
de cañas vestida la cumbre del Pan:
Si quieres al mundo legar mi memoria,
con estéril llanto no me cubras, no;
adorna mi tumba con flores de gloria.
Dijo, y al Empíreo volando tornó.
¡Quién sabe si antes que venga la aurora
a Hoveros perlas, frescor y salud,
darán las campanas mi postuma hora,
y ni habrá quien cargue mi pobre ataúd!
(Las flores del sepulcro).
¿En dónde está la faceta tallada por Rueda? El lo encontró
todo hecho ya en el verso que parte del Rey Sabio...