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CUBA CONTEMPORÁNEA
podido vencerla, a pesar de haber derramado allí a raudales los tesoros
y la sangre de la nación. La manera de desarmar a los insurrectos, la
manera de que los insurrectos no aumentasen ni propagasen el fuego
a otras colonias, habría sido realizar los derechos individuales para
aquellas islas; y vosotros, sin embargo, queréis que las Cortes se di
suelvan sin haberles otorgado los derechos que debíais haberles con
cedido desde los primeros momentos de la Revolución de Septiembre. ¿ Es
poco censurable vuestra conducta?
En plena República Española, en sesión de 13 de junio de 1873,
elegido Presidente del Poder Ejecutivo, se presentó Pi y Margall
ante la Cámara, para exponer su programa de gobierno; y tuvo
para Cuba estas palabras:
Pasando ya de la Península a nuestras provincias de América, debo
deciros que, si queremos conservar la integridad del territorio, enten
demos que no se la puede conservar con el actual régimen.
Nos hemos encerrado aquí en un círculo vicioso; no podemos llevar
a nuestras provincias de América las libertades que tenemos en la
Península, porque se creería que obedecíamos a la presión de los insu
rrectos; y los insurrectos, por su parte, dicen que no pueden deponer
las armas, porque la Patria les niega las libertades concedidas a los
peninsulares, libertades que son inherentes a la personalidad humana.
Por este camino no es posible llegar a ninguna parte. Hemos sostenido
que las libertades individuales son anteriores y superiores a toda iey
escrita y forman parte de nuestra propia personalidad; y donde quiera
que haya hombres sometidos a nuestras leyes, allí debemos llevar
nuestras libertades.
¿Cómo queréis, señores Diputados, que haya paz en nuestras pro
vincias de América, bajo el régimen actual? ¿Ignoráis acaso que los
naturales de nuestras provincias americanas se educan los más, bien
en las Universidades de los Estados Unidos, bien en las de España?
Vienen a estas universidades, respiran el aire de la libertad, se im
pregnan de nuestros sentimientos, participan de nuestras luchas; ¿y
queréis luego que al volver a sus hogares, vean con calma que allí
domina un régimen completamente distinto?
Debemos también llevar a cabo la obra de la abolición de la es
clavitud. La esclavitud es ahora más dura para los cubanos que antes,
porque tienen el ejemplo de Puerto Rico, donde se han emancipado
40,000 esclavos.
En el proyecto de Constitución Federal que en las mismas
Cortes fué presentado, Cuba y Puerto Rico estaban incluidas por
Pi y Margall, como Estados de la Federación española; y Filipinas,