BIBLIOGRAFIA^
Figulinas. Por Jacinto Benavente. Ediciones Mínimas. Buenos
Aires. MCMXXI. 8®, 32 p.
De las Figulinas del maestro Benavente hay ocho en este cuaderno
de las Ediciones Mínimas, de Buenos Aires. Son muñequillos de barro,
como todo lo humano, muñequillos llenos de pasión, de sueños, de idea
les, descritos con hondo conocimiento de las cosas y de la verdad. Aquí
la princesa que guarda amorosamente la flor que cayó un día en el coche
real al pasar por un barrio de pobres; es el único recuerdo que acom
pañará a la soñadora niña hasta la corte de su marido futuro; es la
ilusión que la besará en los aburrimientos de su nuevo palacio. Aquí
Don Juan, siempre nuevo; la huelga de madres, humana y justa; la car
tera, llena de secretos, com,o un corazón que no se entrega; Colombina
y Arlequín, que averiguan deliciosamente que el amor quita y pone las
máscaras a besos; la mecedora sugerente; los fieles vivos, y el drama
infantil de la playa: la separación del niño decente y del niño espúreo,
que ellos no se explican pero acatan entristecidos.
Bucares en flor. Por Alejandré Fernández García. Editorial “Vic
toria”. Manrique & Ramírez Angel. Caracas. Venezuela. [1921].
8 9 , 180 p.
Bucares en flor es el primer cuento de esta nueva serie de narracio
nes que ha publicado Fernández García en la Editorial “Victoria”, de
Venezuela. Es el diario de un caraqueño enamorado. Un domingo
alegre toma un tranvía en el que van algunas muchachas caraqueñas.
Saluda a una cuyos veinte años son el marco mejor para que luzca su
belleza fina, gentil. Analiza la forma de sus ojos, de su boca, y en-
(*) Debemos recordar que en esta sección serán únicamente analizadas aquellas
obras de las cuales recibamos dos ejemplares remitidos por los autores, libreros o edi
tores. De las que recibamos un ejemplar, sólo se hará la inscripción bibliográfica
correspondiente.