LA ENSEÑANZA SECUNDARIA EN CUBA:
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Puede apreciarse, desués de estas consideraciones, que el plan
vigente en los Institutos cubanos, aun después de la reforma hecha
en él por los doctores Lanuza y Varona en 1900, suprimiendo el
Latín, la Religión y la Historia de España e introduciendo algunas
materias de carácter científico, resulta inadecuado por su rigidez
y escás? variedad, en desacuerdo con las ideas pedagógicas hoy en
circulación, según las cuales no puede existir ni es conveniente
que exista un solo tipo de cultura, sino tipos diversos, determi
nados por la aptitud natural de cada estudiante.
Desde el punto de vista del valor objetivo de los estudios, es
también defectuoso, dado el desarrollo creciente de la investigación
humana en todas direcciones, que divide y subdivide sin cesar cada
materia de conocimiento. Por esto, hoy resulta absurdo que a un
joven se le haga estudiar Geografía, así en general, ante la poli-
furcación considerable que alcanzan los estudios geográficos, cuyos
diversos aspectos tienden a constituirse como ciencias indepen
dientes; la obligación de recorrer en un curso todos estos aspectos
resulta profundamente antipedagógica, no sólo porque obliga a la
superficialidad, sino porque impide el vuelo natural de las inte
ligencias hacia los aspectos de cada materia de su particular pre
dilección.
Veamos ahora, el segundo aspecto en que es preciso examinar
el plan de estudios vigente en nuestros Institutos, esto es, en
cuanto a la ordenación y articulación de sus diversas asignaturas.
Según la distribución que actualmente prevalece, cada año es
tudian los alumnos un determinado grupo de materias: Geografía
e Historia en el primero; Literatura Preceptiva, Gramática y Fran
cés, en el segundo, y así sucesivamente. Esta distribución es ab
surda y está ya desechada en todas partes.
Hace ya muchos años que este aspecto de la enseñanza se
cundaria ha sido tratado por algunos profesores y prefiero, en este
caso, reproducir estas opiniones ya manifestadas.
El Dr. Alfredo M. Aguayo, en una conferencia pronunciada
en la Universidad el día 9 de marzo de 1907, publicada en el nú
mero del mismo mes de la Revista de la Facultad de Letras y
Ciencias, sobre la Pedagogía de las Escuelas Secundarias, expresó
su opinión, acerca de este aspecto del problema, de este modo: