LA ENSEÑANZA SECUNDARIA EN CUBAI
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No obstante, la Escuela de Artes y Oficios tiene una organi
zación superior a las Granjas Agrícolas, con sus cinco años de
estudios, tres dedicados a la enseñanza general, en la que se in
cluye el aprendizaje de un oficio; y otros dos, a la enseñanza
especial necesaria para obtener uno de los títulos mencionados.
En cambio, las Granjas Agrícolas, a pesar de la mayor impor
tancia que debieran tener en nuestro país, cuyo fundamento eco
nómico se encuentra en la agricultura, no tienen más que un curso
de dos años y solamente expiden una clase de título.
Con frecuencia, la opinión pública se ha m'ostrado inconforme
con los resultados obtenidos en la enseñanza de estos centros, y
mjás de una vez la Secretaría de Agricultura, de la cual dependen,
ha tratado de introducir modificaciones... removiendo el profe
sorado.
Al hablar de los Institutos y de las Escuelas Normales, ya ma
nifesté mi opinión acerca de la defectuosa preparación del pro
fesorado secundario en general, que en Cuba ejerce, y no en
cuentro motivo para exceptuar de esta consideración a los profeso
res de las granjas.
Pero atribuirles a ellos las causas del poco éxito práctico de
su enseñanza es una injusticia, en tanto se mantenga la deficien-
tísima organización que tienen estas instituciones.
En dos años de estudio, comprendidos de los 14 a los 16 de la
edad de los jóvenes, apenas si hay tiempo para despertarlos del
estupor mental en que deben encontrarse al ingresar allí, por
efecto de la crisis de la pubertad que ocurre aproximadamente
en esta época y de la defectuosa enseñanza que han debido re
cibir en nuestras escuelas primarias rurales, de donde proceden
casi todos.
Mi experiencia personal de maestro de jóvenes en la edad de
la adolescencia me ha demostrado que los dos primeros años cur
sados por los alumnos que ingresan en las Escuelas Normales,
apenas bastan para remediar las deficiencias de la enseñanza ge
neral primaria, preparándolos para abordar los estudios profesio
nales en los otros dos posteriores.
Por analogía de lo que son mis alumnos de segundo año en
la Escuela Normal, imagino lo que deben ser los Maestros en cul
tivo, graduados en las Granjas a los dos años de estudios; mu-