272 CUBA CONTEMPORÁNEA
simplista y de ningún modo en acuerdo con la evolución moderna
del concepto sociológico de la educación.
En el transcurso del tiempo, la interpretación del valor de la
enseñanza secundaria ha sufrido notables transformaciones reve
ladoras del esfuerzo realizado por educadores y sociólogos a fin
de hacer de la educación un instrumento cada vez rñás eficiente
de mejoramiento colectivo.
En la organización de los planes de estudios, han luchado du
rante mucho tiempo el concepto educativo y el concepto instruc
tivo o práctico de la enseñanza, originando en ella modificaciones
incesantes.
En las primeras escuelas secundarias griegas, el estudio de la
Gramática, de la Dialéctica y de la Filosofía se hacía con un pro
pósito esencialmente educador y selectivo, a fin de formar una
élite capaz de sobresalir y de inspirar la conducta pública por el
dominio de la expresión, la capacidad razonadora y la aptitud para
penetrar la causa profunda de las cosas.
Después del Renacimiento, cuando las escuelas de carácter se
cundario empezaron a extenderse, distinguiéndose de la Univer
sidad, prevaleció en ellas el impulso hacia la cultura clásica, esto
es, el dominio de los idiomas antiguos como medio de llegar al
conocimiento de las obras maestras de la antigüedad.
A los estudios de esta índole se les atribuía una excepcional
virtualidad educadora, y durante muchos años se consideraron
indispensables en la educación de las personas distinguidas.
El desarrollo considerable de las ciencias biológicas y físicas
y sus numerosas aplicaciones en el acomodamiento de la vida
humana difundió de pronto una impresión de descrédito hacia los
antiguos estudios clásicos, y durante todo el siglo XIX el cuadro
de materias de las instituciones docentes fué el campo de lucha
entre la vieja cultura clásica que se esforzaba en prevalecer y la
nueva cultura científica que aspiraba a influir preponderantemíente
en la educación de la juventud. Esta contraposición ha llegado
hasta nuestros días, aunque, al fin, se está comprendiendo que el
valor práctico de los estudios no es exclusivo de unos o de otros,
sino que se deriva de la aplicación especial que de ellos se haga;
y que su alcance educador depende sobre todo de la aptitud in
dividual.