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CUBA CONTEMPORÁNEA
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La última obra de Varona es La esposa del legionario, comedia
cuya acción sucede en una playa europea de moda. Esta y
iQuién es ella? son las únicas que ha situado en el extranjero.
Las escribió para concursos y quiso darles un sabor de cosmopo
litismo, objetivo que logra en La esposa del legionario. Es una
comedia más, que puede figurar entre las del autor y que aumentará
su renombre por la seguridad en el manejo de las figuras, la ex
quisita corrección de los personajes, exenta de amaneramientos,
su gracejo, y el sostenido buen tono con que se conducen. Es un
acierto, que prueba el dominio de' la técnica teatral, cada vez más
evidente. Esa destreza hará más accesible la victoria definitiva,
cercana.
Es La esposa del legionario una comedia alada, que se desarrolla
en una de esas playas a donde van viajeros de todo el mundo a
olvidar sus preocupaciones pequeñas, locales; a disfrutar de los
encantos de la sociedad en el trato a flor de piel de los hoteles; a
vivir en el ambiente de cortesanía desinteresada aunque superficial,
al que afluye la caravana internacional de los que tienen oro y
vagar suficiente para no morirse de tedio en su país.
El argumento es sencillo: Magda Rivet, soltera, es una encan
tadora muchacha de veinte años que quiere dejar su soltería y
que ha logrado hacerse interesante a un grupo de compañeros de
hotel, ante los cuales es la esposa de un legionario extranjero que
en los campos franceses expone su vida por el triunfo de la li
bertad. Magda acepta los galanteos del Sr. Chenard, el más con
secuente y asiduo de sus admiradores, sin dejar de oponerle el
valladar de sus deberes, de su amor al marido ausente e inconocido,
y tratando con habilidad de que el obstáculo sea un acicate que
espolea el amor del temporadista y lo conduzca al matrimonio. El
Sr. Chenard descubre, por el sobre de una carta, el verdadero
estado civil de la joven, y se propone poner tierra por medio,
pero el Sr. Picard, amigable componedor, tipo muy de sociedad,
de exquisitas maneras, que da siempre la razón a todos, le sugiere
un plan y el Sr. Chenard lo acepta. Simulará éste que es casado,
y en escena inmediata lo hace saber a Magda, sin dejar traslucir
que ha descubierto la farsa de ella. Llora la niña, y sale ofendida.
El Sr. Chenard, entonces, ofrece su compañía a la Sra. Lombard,
mujer joven, casada con un hombre maduro y que se muere de