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CUBA CONTEMPORÁNEA
Unidos no peligraría; pero si llegara Cuba a caer en manos de
otra potencia fuerte, esa colonia a las puertas de los norteameri
canos sería una amenaza perenne y constante para sus intereses.
Por eso ellos decían: respetaremos las colonias existentes, pero no
toleraremos otras nuevas. V, a pesar de eso, intervinieron en
Cuba, colonia española, en fecha muy posterior a la declaración
de Monroe. De modo que el pensamiento de los norteamericanos
era que en caso de salir Cuba de manos de España, fuera para
caer en manos de ellos, y ya lo expresaba así Jefferson en 1807,
cuando decía que la conquista de Cuba completaría el redondea
miento colonial norteamericano. Y terminada esta parte de nues
tro trabajo, no sabemos qué idea habrá animado a Monroe a con
signar esa declaración en su mensaje de 2 de diciembre de 1823,
porque siempre faltarían datos para contestar a esta pregunta, ya
que Dios ha querido que sea obscuro misterio, el pensamiento
interno del sér humano; pero lo cierto es que sus sucesores han
hecho tan mal uso de su declaración que toda la Europa y la
América la han repudiado, dudando, con fundamento, de la since
ridad de los norteamericanos.
IV
Es indudable que el Presidente Wilson ha destruido la doctrina
de Monroe. En cierta ocasión la definió este Presidente diciendo
que era
el mantenimiento entre todas las naciones de América de la más per
fecta igualdad, igualdad que no puede existir si se plantea el problema
de la protección en caso de no ser pedido, porque es la resultante de la
voluntad de una potencia, declarándose por sí misma la protectora contra
peligros en los cuales nadie cree.
De donde se desprende que Wilson no cree en tal doctrina.
Y el 7 de junio de 1918 decía Wilson a los periodistas mexi
canos que le visitaron en la Casa Blanca:
Hace algún tiempo, como Lides, probablemente sabrán, que yo pro
puse un convenio panamericano. Yo había notado que una de las dificul
tades en nuestras relaciones con la América Latina era la siguiente :
a famosa Doctrina de Monroe se adoptó sin vuestro consentimiento, ni