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CUBA CONTEMPORÁNEA
Salvando todos los respetos que nos merecen los juicios de
Yerovi sobre Montalvo, diremos, sin embargo, que en otras de
sus obras nos parece que se destaca más su personalidad. Por
ejemplo, en Las Catilinarias, Mercurial Eclesiástica y Geometría
Moral encontramos a cada paso y en todas sus páginas al pole
mista, estilista y dialéctico incomparable.
La obra, no obstante, llamó tanto la atención que Don Miguel
Antonio Caro, al decir de Yerovi, escribió a Montalvo una carta,
al leer uno de los primeros números de El Cosmopolita, expre
sándole estos conceptos:
Digo a Ud. sin lisonja, que me ha sorprendido en sus escritos un
raro conjunto de condiciones por una parte difícil de conciliar y por
otra nada comimes en autores americanos. Hallo en Ud. un estilo
natural y riguroso, gran copia de locuciones y giros, lenguaje pintoresco
y frase castigada. Por lo que hace al fondo, noto elevación de miras,
grandeza de pensamientos y riqueza de recuerdos.
Rufino Cuervo le escribió:
Espero se digne enviarme la colección de El Cosmopolita, pues
será la joya de mi Biblioteca. Al dirigirme a Ud. lo hago impulsado
por el interés que naturalmente anima a toda persona en favor de obras
que por la filosofía y erudición que entrañan, así como por su estilo
robusto y castigado lenguaje, honran a la nación que tiene la gloria de
contar como hijos a. sus autores.
No reproducimos aquí el brillantísimo juicio de Vargas Vila
sobre Montalvo por ser sobradamente conocido. Unicamente re
cordaremos que en su sentir “nadie ha escrito mejor que él la
lengua española en la América Latina”.
No han sido únicamente admiradores los que ha tenido Mon
talvo. También tuvo sus críticos, y no le faltaron censores aus
teros. Unos, que no gustaban de su estilo; otros, que no com
partían sus opiniones. Entre estos últimos tenemos que contar
a Rafael M. Merchán, el cual sustenta distinto “criterio moral”,
respecto a determinados personajes históricos en los cuales se
ocupó Montalvo. No entra en nuestro propósito dar o quitar la
razón a uno u otro en los puntos que fueron objeto de debate.
Apreciamos la obra de Montalvo desde el punto de vista artístico,