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CUBA CONTEMPORÂNEA
no fué un revolucionario, ni creyó nunca en que el desórden trajese el
órden; basta leer su prólogo á los Viajes de Egipto y Siria, por Volney,
y se comprenderá que antes que la hidra de las revoluciones,, aceptaba
la gloria de Napoleón encadenando la anarquía de su patria. El hom
bre que así proclamaba sus principios, no sacrificó á ellos los de la
justicia: si la gloria la veía en encadenar la hidra revolucionaria, su
sentimiento noble dejaba entrever en los futuros destinos del héroe la
funesta influencia del déspota: “luchando, agregaba los cimientos de su
tremenda influencia y poderío”.—Luz, era un filósofo, un sabio; no fué
un hombre de la política, por mas que en ella sus ideas fuesen liberales,
sin que jamás las disimulase, en cuantas ocasiones tuvo que emitirlas.—<
Si como filósofo llamaba hidra á la revolución, calificaba de tremenda
la influencia del despotismo.
Luz era liberal y no podía dejar de serlo: ante las pirámides de
Egipto en que cuarenta siglos contemplaban la gloria de Napoleón,
monumento de la esclavitud pasada del pueblo, esclamaba: “pero todo
está muerto como para testificar que la grandeza y poder de un pueblo
tan solo estrivan en sus instituciones”.
II
Nació D. José Ciprian de la Luz en la ciudad de la Habana en 11
de Julio de 1800; hijo legítimo del teniente coronel, regidor perpétuo
del Excmo. Ayuntamiento de dicha ciudad, D. Antonio de la Luz y de
Da. Manuel Caballero; fué discípulo en filosofía del doctor D. Luis
Valdés en el convento de San Francisco de Asis de la misma, de donde
era este presbítero, Lector en Súmula y Artes, antes de secularizarse.
Estudió el texto aristotélico en la Universidad, siendo su catedrático
interino el bachiller D. Bernardo Riesgo, y obtuvo el grado de bachiller
en artes el mes de Marzo de 1817. Entre las proposiciones de lógica
que sostuvo, se encuentra esta:—“Auctoritas in naturalibus ad nihilum
valet.”—En las de metafísica sostuvo la espiritualidad é inmortalidad
del alma.—En las de generatione et corruptione:—“Animalia ad ovis
ortum ducunt”.—*Y en las de física defendió el sistema copernicano y la
gravedad del aire.
Por ese mismo tiempo cursaba estudios eclesiásticos en el colegio
de San Carlos, habiendo recibido la tonsura y cuatro grados menores.
En esos estudios fué uno de sus maestros el P. D. José Agustín Ca-
blalero, su tio, y uno de nuestros hombres más notables.
En 1820 solicitó y obtuvo el grado de bachiller en leyes, habiendo
sido su maestro el P. D. Justo Velez, catedrático en el colegio-semi
nario; recibió el grado a claustro pleno y sostuvo la siguiente propo
sición.—Textamentum rumpitur cum aliquit extat, textamentum pos
terius vite factum.”—Vestía hábitos clericales cuando recibió este grado.
En 14 de Setiembre de 1824 principió á enseñar filosofía en el co-