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CUBA CONTEMPORÂNEA
Los comadreos de la historia. ¿Fué loca doña Juana? ¿No lo
fué? ¿Dió muchos traspiés Lucrecia Borgia? ¿No dió ninguno?
¿Vivió en olor de liviandad María Estuardo? ¿Murió en olor de
santidad? Me parece oir a mi vecina:—¡La pobre Cuca! chochea.
Y que le contesta su comadre :—Así lo hace correr el marido, por
la cuenta que le tiene.
*
Creo que pertenece a Séneca el concepto de los vicios nacio
nales pegadizos. Los blandos y humanísimos romanos se contagia
ron con 1a. crueldad de sus vecinos. Y la historia se siguió repi
tiendo. Ningún mal es indígena del país; sino trasplantado de
huerta ajena. Claro. El hombre hubiera sido un bendito, sin
la serpiente.
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El águila y el gallo se reunieron en amistosa conferencia con
el leopardo y el chacal. “Basta de pillaje, dijeron los primeros,
basta de ferocidad, basta de sangre. Recortémonos nosotros pico
y espolones; recortaos vosotros garras y colmillos.” “Aceptado”,
prorrumpieron los otros. Mas un polluelo y una ovejita que los
oían, exclamaron: “Estos hablan de recortar, pero no de cortar.
Agachapémonos.”
Esta fabulilla enseña que la magnanimidad de los fuertes
nunca es apreciada por los tímidos.
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Maravilloso poder el de la inteligencia. ¡Cómo nos alumbra
los abismos! Reflector que disipa la más densa oscuridad. Pero
¡ay! es un reflector, no'un freno.
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Para nosotros, no hay sino dos modos de servir a la patria:
poniéndonos con todas nuestras fuerzas a sostenerla; o abrazán
donos a ella para caer con ella, si es imposible evitar la catástrofe.