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BIBLIOGRAFIA« 
V. Blasco Ibáñez. El paraíso de las mujeres. (Novela) 19.000. 
Prometeo. Sociedad editorial. Germanías, 33. Valencia. [1922]. 
8 Q , 340 p. 
El autor de La Barraca escribió en veintiuna tardes un relato de^ la 
actual vida de los habitantes de Liliput. Desde niño, Blasco Ibánez 
se preguntó muchas veces, llevado por su imaginación de novelista: 
“¿Qué habrá ocurrido en Liliput después que se marchó el heroe 
de Swift?” Y ahora se da la respuesta. Accediendo a la solicitud 
de una empresa cinematográfica, empezó a trazar un “escenario con 
ese tema. Febrilmente escribió, y las líneas generales secas y frías 
de un argumento se trocaron en una serie de episodios, con todos los 
caracteres de una novela. No podía ocurrir otra cosa, así como tam 
poco puede ocurrirle algo distinto al periodista de información que 
escribe para la pantalla. Sus libretos serán siempre informaciones. 
El paraíso de las mujeres ha aparecido simultáneamente en varios 
idiomas, pero todavía no han sido trasladadas a la película sus escenas 
emocionantes e inverosímiles. Los ingenieros norteamericanos no en 
cuentran el modo de hacer aparecer en el lienzo, a la vez, a los lili 
putienses y al nuevo Gulliver. Esa es la mayor de las dificultades que 
el novelista ha ido acumulando en su obra. 
En Liliput han efectuado una revolución las mujeres. Son. quienes 
gobiernan allí, con autoridad despótica, brutal. Han suprimido todo 
recuerdo del pasado dominio de los hombres. Las universidades, las 
profesiones, el comercio, la industria, el ejército, todo está dirigido por 
las mujeres, las que han logrado imponer la paz más absoluta, ade 
lantar las ciencias y llegar a un grado asombroso de progreso. Pero 
la inversión completa de la vida, si ha producido sumisión en los hom 
bres derrotados, no les impide desear otra revolución que les restituya 
(*) Debemos recordar que en esta sección serán únicamente analizadas aquellas 
obras de las cuales recibamos dos ejemplares remitidos por ios autores, libreros o e t- 
tores. De las que recibamos un ejemplar, sólo se hará la inscripción bibliográfica 
correspondiente.