DIOS LO QUIERE
La tierra se hace madrastra
si tu alma vende a mi alma;
llevan un escalofrío
de tribulación las aguas.
El mundo fué más hermoso
desde que te fui aliada,
cuando junto de un espino
nos quedamos sin palabras,
y el amor como el espino
nos traspasó de fragancia.
Pero te va a brotar víboras
la tierra, si vendes mi alma;
baldías del hijo, rompo
mis rodillas desoladas;
se apaga Cristo en mi pecho
y la puerta de mi casa
quiebra la mano al mendigo
y avienta a la atribulada.
Beso que tu boca entregue
a mis oídos alcanza,
porque las grutas profundas
me devuelven tus palabras.
El polvo de los senderos
guarda el olor de tus plantas,
y oteándolo, como un ciervo,
te sigo por las montañas...
A la que tú ames, las nubes
la pintan sobre mi casa.
Vé a besarlas cual ladrón
de la tierra en las entrañas;