LA HABANA LITERARIA
la enseñanza; el buen ejemplo del pa
dre de familia; el esfuerzo valiosísimo
del ciudadano. Y se reproduce en la
imaginación aquel hogar tranquilo, en
que dos esposos, dos obreros, identifica
dos en nobles aspiraciones y consagra
dos al magisterio dilatan su amor, el
sentimiento íntimo de la familia, y cu
bren con él ¡i la turba infantil en quien
realizan la obra misericordiosa de «en
señar al que no sabe.»
Sofía.—Novela Cubana |jor Martín Morirá Del
ga, j 0 —Imprenta de A. Alvarez y Oí—Haba-
na 1891.
El Sr. Moma inicia con esta novela
una série de cuadros sociales, «copiados
del natural de la vida cubana» que ba
jo el título Cosas de mi tierra se propo
ne dar á luz periódicamente.
El primer ensayo es recomendable:
en la leyenda do Sofía se presenta uno
de tantos aspectos odiosos de la insti
tución nefanda que—aún después de
abolida—dejó en nuestro pueblo,, pro
fundamente arraigadas, preocupaciones,
abyección y miseria.
La hija de blancos, la huérfana inge
nua, de filiación desconocida, esclaviza
da y sujeta á todas las penalidades de
la servidumbre, por la maldad y. la
codicia insaciable de un hombre â quien
el orden legal—aquella aberración ju
rídica—daba campo ancho é impuni
dad asegurada: el hijo de familia pro
digo, libertino inconsciente, para el que
la virginidad y el pudor prístino de la
mujer esclava fueron nociones inconce
bibles y pisotearlas acto baladí sin
consecuencias, eso y más nos pinta el
Sr. Morúa con estilo fácil, evocando en
variados episodios el recuerdo de nues
tra constitución social y las costumbres
corroídas por la gangrena de la escla
vitud.
Hatucy.—Poema dramático en cinco actos por
Francisco Sellen.—Nueva York.—Costa Gó
mez, editor. 1891.
No es un poema; no es un drama: no
tiene las entonaciones propias de la
epopeya, ni la acción sostenida, los ti
pos salientes y las situaciones grandio
sas que requiere la escena.
Pero, es una interesante leyenda, dia
logada en versos sonoros, Huidos—co
mo escritos por el inspirado autor del
Libro íntimo—que deja en el alma al
concluir la lectura un sentimiento de
profunda compasión y de tierna sim
patía hacia la memoria del Cacique que
simbolizó en el Nuevo Mundo—y en
Cuba—la primera protesta contra el
invasor codicioso é inhumano.
En el variado y hermoso poema de
la Conquista de ía América latina en
el que el estandarte de la civilización,
si manchado con sangre, aparece á los
ojos de la posteridad rodeado de perso
najes legendarios, de aventureros atrevi
dos y heroicos, la figura humilde del ca
cique Hatuey, preso y sacrificado en la
hoguera apenas manifestó con la fu
ga sus antipatías hacia los recienve-
nidos, solo deja un rasgo saliente digno
de que lo recoja é inmortalice el poeta;
aquél en que, sobre el suplicio, rechaza
la Gloria que el ministro de Cristo le
promete, si ha de encontrar en ella á
sus verdugos.
Ese mártir obscuro es el que el señor
Sellen ha personificado en su leyenda.
Manuel José Quintana (1772-1857).—-Ensayo
crítico y biográfico por Enrique Piñoiro, Pa
rís.—Iinp. de Durand, Chartres.—1891.
No es este libro un ensayo, como
modestamente lo anuncia la portada,
sino un estudio detenido de las obras
del gran poeta español y el relato mi-,
nudoso de su vida accidentada consa
grada desde los albores juveniles, al
cultivo y engrandecimiento de la lite
ratura nacional y á la defensa de las
libertades patrias. Está impreso con
elegancia y lujo extraordinarios, y es
crito con el estilo conciso, llano, de. co
rrección irreprochable, característicos
en el autor de los Poetas famosos del si
glo XIX.
No tiene esc trabajo la monotonía de
las obras técnicas, cíe crítica filosófica,
que parecen destinadas solo á los eru
ditos y profesores del arte, sino la cla
ridad de exposición, el análisis sencillo
á la vez que profundo que hace la lec
tura fácil é interesante aún para los que
únicamente solicitan la amenidad en
el texto. Por él se conoce al poeta y se
estudia su época, fecunda en sucosos
trascendentales.