CUESTIONES SOCIALES
como un bruto; ó se arrastra, como un
gusano; ó hierra torpe y obscuramente,
como una larva; pero que á medida que
se educa, ve y oye, se levanta, camina,
asciende!» Hoy me ha enseñado más la
vida; hoy digo más todavía; hoy declaro
que, sin la educación, los hombres pue
den ser y han sido, y vemos en estos
momentos que son,'.máquinas infernales
de terrible potencia para destruir y ma
tar; para cortar en su nacimiento las ar
terias del progreso; prodigiosas máqui
nas de homicidio.
Apresurémonos pues, para hacer, de
quienes pueden llegar á ser funestos y
terribles sicarios de la muerte, esforza
dos adalides de la civilización, fuerzas
vivas que armonicen las buenas volun
tades de los hombres.
¡Dos millones de niños que pueden con
vertirse en letales elementos de discor
dia! ¡Dos millones de niños que pueden
Hegár á ser artífices del progreso! Nin
gún esfuerzo es grande para redimirlos;
ningún esfuerzo será imposible para vos,
señor Presidente, que llamásteis al pue
blo dormido, lo despertásteis de su sueño
larval con vuestra ardiente palabra, y :
lo convidásteis á colaborar con vos mis
mo en el arte magnífico del gobierno....
Lo llamásteis y ha llegado; hélo aquí
que reclama la educación completa, la
educación como Horacio Mann la enten
día; la que lo haga fuerte y sano, inteli
gente y bueno, útil y virtuoso
*
* *
Y ahora, mi escuela maternal, la que
me nutriste con tus enseñanzas, la que
hace más de veinticinco años poblaste
mi mente de ideas y mi voluntad de an
helos, la que llevaste á mi conciencia
una palpitante fulguración de conoci
mientos, y que tendiste mi carácter como
la cuerda de un arco, para lanzarme á la
lucha, á la vida, al ideal; la que desde
entonces ofreciste mi existencia á la Pa
tria; ahora, Escuela Nacional Prepara
toria, santa madre de mi espíritu, he
cumplido tu encargo, pronuncié ya el dis
curso inaugural que me pediste.
<£zequiel Ct. (Efyáuez.
México, 20 de enero de 1912.