NUESTRAS MUJERES DE CIENCIA
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Las que estudian
Como complemento de estas investigacio
nes, vimos á algunas señoritas que estudian
carreras profesionales.
Una que está cerca ya del título de medi
cina, la señorita Sarah Zenil, una buena
muchacha en cuyos ojos se nota la fatiga
del estudio, la huella del esfuerzo, la lucha
de la conciencia y el organismo, nos hizo la
distinción de facilitarnos lo que piensa. Dice
así:
“En todas las edades de los pueblos la mu
jer se ha distinguido por sus sentimientos
altamente humanitarios; cuando su intelec
tualidad se cultive, estos mismos sentimien
tos, innatos en ella, se acrisolarán y guiados
por el saber serán más fecundos en bienes
para la Patria.
El perfeccionamiento del espíritu se debe
estudiar para conse
guirlo; no se necesi
ta que el estudio sea
encaminado á obte
ner un título profe
sional, honroso por
todos conceptos; pe
ro el sendero, aún
hoy, en que le tien
den la mano á la mu
jer para ayudarla á
vencer, es escabro
so, hay momentos de
duda en que se teme
que la voluntad que
de vencida!; lo im
portante es que la
mujer se instruya para que las facultades
de su espíritu se desarrollen y fortalezcan.
Ya que la mujer está destinada á dirigir
los hogares ¿no sería mejor que ella, con
su fe inquebrantable y sin miras vanas,
encaminara á su familia por la senda del
bien y del progreso?”
Sarah Zenil.
La señorita Lucila Manjarrez, á quien in
terrogamos en un baile, nos charló animosa
de sus estudios preparatorios. Tiene ilusio
nes. Tiene fé en sí.
Va en cuarto año,
lo que nos hace su
poner que triunfará
en la primera prue
ba profesional.
También accedió
á escribir unas pa
labras para “COS
MOS”.
Son las siguien
tes:
“Yo creo que la
mujer debería es
tar siempre á la al
tura intelectual del
hombre. Para esto debe instruirse al lado
de él.
Un campo extenso donde avanzando con
pie seguro y por un recto camino llegamos á
este fin, es sin duda la Escuela Nacional
Preparatoria.
En mi sentir, nuestro organismo y la parte
moral de nuestro sér puede resistir perfec
tamente las fatigas del estudio, y debo con
fesar que, si el estudiar tiene escabrosidades
proporciona, en cambio, muchas satisfacio-
nes que no se tienen en la vida vulgar.
La Escuela Preparatoria es un filtro por
donde debieran pasar todas las almas feme
niles, aunque no fuera precisamente para
estudiar una carrera”.
Lucila Manjarrez,
Procuraremos seguir tratando estos asun
tos, si el público, y, sobre todo, la mujer me
xicana, encuentra algo meritorio en esta
labor, que va á ellas como un anhelo de
bienandanza.
á la Ciencia, hay que
—
.
Señorita Sarah Zenil
Srta. Lucila Manjarrez