Full text: Año 1.1912=No. 4 (1912000400)

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COSMOS 
428 
En los primeros días se dirigía diaria 
mente al cementerio, y en muchas oca 
siones se le tenía que separar á la fuerza 
del sepulcro. Por fin se calmó poco á 
poco, contribuyendo á esto principalmen 
te el contacto con Juanito, el hermano 
menor. Parecía que Martín quería tras 
mitirle el amor inmenso que le había ins 
pirado el di 
funto. 
Martín no 
se había ocu 
pado en vida 
de Federico 
gran cosa de 
Juanito, con 
siderando casi 
como un pe 
cado el dar á 
otro la más 
mínima parte 
de los senti 
mientos de su 
corazón. 
Ahora que le 
había arreba 
tado la muer 
te á su desgra 
ciado herma 
no, sintió una 
irresistible in 
clinación ha 
cia el hermano 
menor, como 
si este cari 
ño hubiera de 
llenar el va 
cío angustio 
so que le dejara la pérdida de su víctima; 
quería enmendar en el vivo lo que había 
hecho con Federico. 
Era Juanito un chiquillo de cinco años 
de edad, á quien se le iba á comprar en 
la próxima feria las primeras botas. No 
había heredado aparentemente nada cel 
carácter áspero y terco del padre, se 
asemejaba más á la madre dulce y silen 
ciosa, siendo por ese motivo el Benjamín 
y la idolatría de todos los de la casa. 
Se mimaba á Juanito considerándolo 
como el rayo de luz que lleva la alegría. 
El que veía á Juanito, tenía que amar 
lo. Su cabellera, color de oro, brillaba 
como si fuera formada de rayos de sol, 
sus ojos francos mostraban alegría, tor 
nándose lue 
go en soñado 
res, dejando 
ver un mundo 
de bondad y 
de amor. Jua 
nito se unió 
con ardor á su 
hermano que 
lo había des 
atendido tan 
to tiempo, pe 
ro la diferen 
cia de las eda 
des, pues taño 
contaba once 
años más que 
el otro, no per 
mitía que se 
estableciera 
una verdade 
ra correspon 
dencia frater 
nal. Martín 
salía de los 
años infanti 
les; en su ges 
to serio y me 
ditabundo, en 
su hablar so 
segado y precoz, había ya mucho de un 
adulto. 
Era por consiguiente muy natural que 
se mezclara en el cariño á su hermano 
menor algo de fraternal. No se avergon 
zaba en tomar participación en los jue 
gos infantiles, haciendo el papel de 
caballo dócil que trota por el patio y los 
campos, pero esto era la condescenden- 
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• se dirigía diariamente al cementerio
	        
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