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COSMOS 
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cedido su sitio á la sarera, domina en los 
trajes sastre, y los colores por los que la 
Moda ha parecido decidirse, han sido es 
pecialmente el verde imperio, el rojo en 
tono obscuro, muy elegante en granate, 
y el «mordoré». 
Los trajes sastre en estos tonos, se 
adornan, por lo general, con negro. 
Unos zapatos de terciopelo ó de ante 
negro y una toca del mismo color, 
componen un conjunto muy parisien 
se y por lo tanto muy elegante. 
No exige la estación ya el empleo de 
abrigos durante el día; pero sí se segui 
rán usando naturalmente para salir de 
noche. 
Los abrigos largos no se abandonan 
hasta hoy; sin embargo, los hay cortos 
para las señoritas de poco cuerpo que 
desean llevar algo que armonice más con 
su estatuía. 
En cuanto á las estolas, manguitos y 
demás accesorios de piel, van poco á po 
co dejándose de 11-var por hoy. Son ele 
gancias muy especiales de invierno, sobre 
todo, en nuestra metrópoli, en la que 
disfrutamos de una temperatura envi 
diable. 
Algo parece qu e 
disminuye el tama - 
ño de los sombre' 
ros. No quiere esto 
decir que no se H e " 
ven grandes; nada 
de eso; son el dign° 
remate de una «ton 
lette» de gran lujo» 
pero, con trajes sen - 
cilios, se ven fflU' 
chos sombreros d e 
tamaño medio ? 
muy elegantes to' 
cas en forma tur' 
bante.