LOS DINAMITEROS Ç.USOS
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Matrena Petrovna, no cesaba de volver los ojos.
bille—se decía—no han venido aquí. Es que
hay en todos los países lugares en donde se
respira felicidad, á los cuales sienten los po
bres vergüenza de aproximarse, lugares
que no conocerán jamás y cuyo solo aspec
to hace encolerizar á las hambrientas ma
dres, de senos flácidos; y si no hay en la
tierra punto más bello que éste, es porque
'en ninguna parte de la tierra se hace tan
atroz el vivir para ciertos seres ni tan agra
dable para otros como en este país de Scy-
tia, aurora del mundo....
A pesar de todo, bien pronto se fijaron
las miradas en la escolta que rodeaba el co
checillo del General. Algunos délos pasean
tes lo notaron y bien pronto se extendió el
rumor de que el General Trebasof había ve
nido á pasear á «la punta». En los carrua-