¿EXISTE EL MONOSILABISMO EN LAS LENGUAS DE MEXICO?
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cr ee que esta lengua debería escribirse
c on el alfabeto chino. «El otomí, dice,
necesita de un género de escritura en el
que hubiera signos con que fijar el signi
ficado de las palabras que con las mis"
Was letras y tono, pueden tenerlo diver
so. Esto se podría conseguir, agrega,
acaso con la escritura china.» ¡Cuánta
aberración por los deseos de hacer que
nuestras lenguas indias procedan del an
tiguo mundo!
Náxera funda su teoría, aunque no lo
demuestra, en que los nombres de la
lengua otomí de dos ó tres sílabas, cada
Una de ellas conserva el significado que
tiene separada, esto es, que los nombres
s e forman, como dice Hovelacque, bajo
la fórmula raíz + raiz+ raíz. Á esteefec-
to, en la nota B. de su disertación, pone
algunos ejemplos de palabras, en las
cuales su formación es con elementos de
significación independiente, tales como:
da-me, marido; dan-su, mujer; da-he, río;
da-tsu, niña, formadas con la raíz mono
silábica da que significa maduro, mucho
florido, etc.
Hablando del verbo cree haber reves
tido en tiempos anteriores una forma
simple. «Tiempo hubo, dice, en que los
otomites no conjugaban sus verbos á la
lanera que ahora lo hacen.» «Aun con
serva la lengua, continúa, vestigios que
avisan cuál fue su primitiva forma en
tiempos lejanos.» Considera que deesas
a ntiguas formas hay aún indicios en uso,
considerados por los gramáticos como un
°rnato. Refiérese Náxera á las partícu
las ma de pasado, ni de presente y na de
futuro, que agregadas al nombre expre
san, lo mismo que en el verbo, la idea
fle tiempo; y cree que la forma que re-
yiste hoy la conjugación del otomí, fue
'nfluenciada por la mexicana y la huax-
t e ca, á la vez influenciadas por el espa
ñol y el latín. «La semejanza, dice, que
hallamos en las conjugaciones de las
tres lenguas, es tal, que basta para co
n °cer que el otomí ha imitado á las
°tras, ó á aguna otra que haya sido el
Modelo de todas, puesto que ese otomí
es demasiado rica y lujosa en adornos
gramaticales» y concluye estableciendo:
*Que los otomites adoptaron el sistema
fle conjugación de otras lenguas de natu-
r aleza distinta de la suya.» Según él,
«en un principio esta lengua no poseía
las formas que recibió de fuera.»
Náxera, pues, pretende en todo el
cuerpo de su disertación, demostrar la
sencillez de la lengua otomí, y que todas
las sílabas de sus palabras son signos de
una ¡dea; son palabras que tienen signi
ficado que no pierden en la composición.
Cierto es que admite, á la manera de los
gramáticos chinos, partículas ó raíces á
que da el nombre de vacías, para dedu
cir que dicha lengua pertenece al sistema
monosilábico. En mi estudio Familia
Mixteco-Zapoteca y sus relaciones con el
otomí, he procurado demostrar los dos
errores fundamentales de Náxera, esto es,
del monosilabismo de esta lengua yde no
pertenecer á ninguna de las familias del
territorio mexicano.
Sin embargo, la dificultad del estudio
de las lenguas indias y la sencillez del
sistema gramatical de las que forman la
familia mixteco-zapoteca, induce á su
poner una forma primitiva, como la pri
mera etapa en la formación de las len
guas del territorio mexicano.
El dialecto chinanteco hablado en los
pueblos que habitan las fragosas monta
ñas de la Sierra Madre en el Estado de
Oaxaca, presenta la nuda sencillez del
lenguaje de un pueblo primitivo. Su es
tudio por demás difícil, nos lleva á la
conclusión de que este dialecto presenta
mayores marcas de monosilabismo que el
otomí. En efecto, las palabras principa
les del idioma, cualquiera que sea la ca
tegoría gramatical que expresen, son
simples monosílabos en los cuales, como
es natural, existe la homonimia y los to
nos ó acentos de la voz para expresar di
ferentes significados con una misma pa
labra. Así hemos dicho en otro lugar
la palabra cha tiene más de once signifi
cados; ha, siete; hii, ocho; hon, cinco;
kua, nueve; mui, cuatro; ni, cinco; no,
siete; ñi, diez; phui, cuatro; ta, trece; ya,
nueve; etc.
El nombre en el idioma chinanteco ca
rece de índice formativo, y la expresión
del género y número se hace por pala
bras que en sí expresan el sexo y conno
tan la idea del número. La palabra teih
indica el perro en general, pero si se
quiere expresar el sexo, se pospondrá la
palabra ñiub que significa macho, y mui
que significa hembra.