LOS PASQUINES 
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gobernante tan ilustre y honrado, no ne 
cesitaba de que le dieran consejos como 
e ste de un pasquín que apareció enton 
ces: 
Güemes anda derecho 
porque el pueblo está en acecho 
El Virrey mandó contestar al instante: 
Tan derecho andará 
que á muchos les pesará. 
y en efecto les pesó á muchos, princi 
píente á los criminales, como á Blan- 
1 j 0 > Quintero y Aldama, asesinos de Don 
faquín Dongo, á quienes se formó bre- 
sumaria y fueron condenados á la úl- 
jua pena. En alusión á esta energía de- 
Estrada por el Virrey y á que en tiempo 
na ^ 0n ^ e de Gálvez éste había perdo- 
ll a tres reos > ladrones y homicidas, ape- 
l e ld ad°s Arizmendi, Sotelo y Gutiérrez, 
ujaron á Revilla Gigedo otro pasquín 
n "busto como inmoral, que decía: 
Al Conde Gálvez ¡mitas, 
pues entiéndelo al revés, 
que el Conde libertó á tres 
y tú á tres á la horca citas. 
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, 7" n cambio, el sucesor de Revilla Gi- 
v j?> D. Miguel de la Grúa Talamanca 
branciforte, que gobernó la Colonia 
s ue el 12 de Julio de 1794 hasta el 31 de 
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El Marqués de Branciforte. 
vi|* y ° de 1798, se hizo odioso por su ser- 
f Ué ^° y por su falta de honradez, pues 
y (j a í° adulador de D. Manuel Godoy 
6 Rey Carlos IV y venal como go 
bernante de la Colonia. He aquí el pas 
quín con que el pueblo lo despidió: 
Aunque el mismo infierno aborte, 
escogido un Condenado, 
no podrá ser tan malvado 
que te iguale, Branciforte. 
Esperamos que en la Corte 
lo que mereces te den, 
y á Balenzuela, 1 también; 
Ínterin de tu partida, 
y de Azanza la venida, 
te damos el parabién, 
Sal ya por San Juan de Ulúa, 
Talamanca y ungues fortes, 
y por aquí más no aportes, 
infamísimo la Grúa. 
Ladrones hay con ganzúa, 
con sogas y con escalas, 
con puñales, y con balas. . . . 
¿alguno te ha competido? 
¡no! que ninguno ha tenido 
(tú sí) de Godoy las alas 2. 
A D. Miguel José de Azanza, que su 
cedió á Branciforte en el Virreinato, si- 
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Don Félix Berenguer de Marquina. 
guió D. Félix Berenguer de Marquina, 
hombre honrado pero de pocas luces. 
Como todo individuo que no ha inven 
tado la pólvora, fué amante del orden y 
de las minuciosidades. Quiso ponerse al 
corriente en el despacho de los negocios, 
y lo consiguió; mas en su empeño de es 
cribir con su puño y letra los decretos, 
órdenes y bandos, incurría en garrafales 
faltas ortográficas, pues «con letra peque- 
1. D. Pedro Jacinto Valenzuela, Consejero de 
Indias y Asesor General comisionado del Vi 
rreinato. 
2. Me encontré copiado este pasquín en una 
hoja en blanco que servía de guarda á un libro 
en pergamino. Hasta ahora estaba inédito.