786
COSMOS
SWÇ; "T,•
W m
.
.
;
Sê
'¥
Lnv'
at
tSífJlítí
«aam
Altar mayor del Santuario de Nuestra Señora de los Angeles.
que comulgaron algo
más de dos mil per
sonas.
En la misa solemne
ofició el canónigo
Lie. don José G. Hui-
trón, estando el ser
món á cargo del padre
jesuíta Francisco Bei
ras, que desempeñó
admirablemente su
cometido en la cátedra
sagrada.
El éxito de la festi
vidad religiosa débese
en gran parte al Re
verendo Padre Garci-
dueñas, encargado del
Santuario, quien ha
trabajado con verda
dero celo apostólico
por mantener vivo el
fervor de los feligreses
que radican por las
cercanías del simpáti
co templo.
La Militarización
de México.
La lucha incesante
sostenida entre herma
nos de distintos cre
dos políticos que se
empeñan en dilucidar
con las armas la fuer
za de razón que los
mantiene alejados de
la deseada fraterni
dad, y, sobre todo, el
temor nada infundado de un probable
atentado contra nuestra amada indepen
dencia, está haciendo indiscutiblemente
necesaria la militarización de la Repú
blica.
El gobierno está preparando poco á
poco al pueblo para en un momento
dado disponer de los elementos necesa
rios para la defensa del territorio ó de
nuestros amados hogares, ya que, á
la sombra de todas las revoluciones, en
todos los países se desarrolla el ban
didaje, que acecha la oportunidad para
lesionar intereses y ultrajar reputacio
nes.
Todas las escuelas dependientes de la !
esferas oficiales han sido sometidas al ré
gimen militar, y aunque la medida eff
contró alguna oposición en un principio
fué tan débil, dicho sea en honor di
nuestro patriotismo, que bien pront<
quedó regularizada la instrucción milita
en los planteles educativos.
No bastando esto, se invitó á instruir
se en el ejercicio de las armas al puebl 1
en general, respondiendo con entusiasm (
al llamamiento los obreros y los depefl
dientes de comercio, demostrando coi
ello estos últimos su gratitud por la hü
manitaria medida adoptada por el go