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OBRAS SOCIALES 
EL COMITE FEMENINO DE HIGIENE POPULAR 
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IjOR el entusiasmo y por la firmeza 
pi. en sus ideales, de Ia notable es- 
critora española D*? 1 Sofía Casa- 
nova—cuyo retrato en justo ho 
menaje acompaña á estas líneas de admira 
ción—viene funcionando en IV' adrid, una en 
tidad altamente sim 
pática que se titula 
« Comité Femenino 
de Higiene Popular» 
y en el cual figuran 
numerosas damas de 
la aristocracia ma 
drileña que colabo 
ran fervientemente 
á los fines que tal 
institución se pro 
pone. 
La obra, como 
obra social, es digna 
de los mayores en 
comios, y por estar 
dedicada al elemen 
to proletario exclu 
sivamente, es digna 
también de las ma 
yores alabanzas. 
Estas damas ma 
drileñas, que entre 
sus grandes y bellas 
cualidades, ponen la 
de ser altamente ca 
ritativas y bondado 
sas, están realizando 
con el sostenimiento 
de dicha entidad una 
labor en extremo meritoria, y están lo 
grando poco á poco una honda modifica 
ción en las costumbres populares, con 
palpable ventaja para la vida del trabajador 
y, lo que es más hermoso, para la salud de 
los hijos del trabajador. 
Sofía 
Alma del Comité Femen 
¿Que en qué consiste esta labor que pue 
de calificarse de patriótica, á más de huma 
nitaria y cristiana':' 
Es sencillo, en premiar con donativos en 
metálico y obsequios de otra índole emi 
nentemente práctica, todas las virtudes de 
la mujer casera, que 
al embellecimiento 
del hogar obrero con 
más voluntad se de 
dique. ¿Verdad que 
es hermoso? 
El obrero, sumido 
en la penuria, hija 
del escaso jornal, re 
ducido á la falta de 
atracciones que na 
cen del abandono en 
la mujer, de la esca 
sa higiene en la vi 
vienda, del aspecto 
descuidado por no 
decir sucio de los 
hijos, el obrero, en 
fin, á quien ni el en 
canto de la vida de 
familia parece que le 
es dado; huye de la 
casa, le hastía el ho 
gar y busca en la 
taberna—lo que ahí 
se llama pulquería— 
ó en el club socie 
tario, la expansión 
que de otra suerte 
pudiera hallar en el 
seno de la pequeña sociedad doméstica. 
¿No habría medio de evitar esto? se han 
preguntado las damas madrileñas. ¿No se 
podría lograr el estímulo en la mujer del 
trabajador para hacer del hogar proletario, 
el lugar de descanso, el sitio de refugio es- 
Casanova 
ino de Higiene Popular.