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Elegancias femeniles
por Ia ZTíarquesa Hosalinba.
a moda parisiense peca de extravagancia, y
rsiésta es la causa, queridas lectoras, de que
S&osâ ya todo París está pensando en los trajes
de primavera, excusando decir que los modistos fus
tigan la célula mercantil a fin de encontrar los ma
teriales más caros y atractivos que puedan respon
derá las enjoyadas damiselas para quienes la moda
es lo primero....»
«Bernard ha presentado un bellísimo vestido de
tarde, que ha sido muy elogiado en París mismo.
Está confeccionado con tafetán naranja y adornado
con encajes. La blusa lleva un pequeño cuello reco
gido atrás y las mangas, que terminan en los codos,
muestran un ancho puño vuelto hacia abajo. Un cin
turón alto, de seda turquesa, rodea la cintura y cie
rra con una gran rosa. La túnica es toda de encajes,
La falda sencilla y redonda, se ajusta ligeramente a
las rodillas....»
Hoy mismo he leído estas notas llegadas de París
y las reproduzco casi textualmente, porque ellas pin
tan de manera admirable la volubilidad de la moda
y la tendencia que marca en estas últimas fechas.
La descripción del traje que acabo de presentar,
puede indicar ya algo sobre la moda en primavera.
El invierno se ha ido; ha terminado el dominio de
las nutrias y de los armiños; de las telas pesadas y
de los sombreros abrigadores. Ahora hay que espe
rar las modas que deben presentarnos trajes ligeros
y vaporosos, que rivalizan en gracia con los de la
estación fría. Mucho se ha discutido a propósito de
esto, sobre cuáles trajes realzan más la femenil be
lleza; y hay quien está de parte de los vestidos de
¡nvierno, como hay quien encuentra más hermosos
jos primaverales.