450
COSMOS
lÉfiSStó
38*
mg.
js-n
sês»
if^àu " ■
KdKS&B&te
«sséSsí
Bardas del corral de la venta donde mantearon
a Sancho.
orgullo, acudió presuroso a remediar el
daño.
Todo fue inútil, porque a las pocas ho
ras sólo quedaban de la histórica casa de
Medrano las paredes exteriores y el só
tano, a que se supone refirióse el mismo
Cervantes al decir que su libro había si
do engendrado en una cárcel. Sin em
bargo, y aun a trueque de herir el patrio
tismo local de los vecinos de Argamasi-
11a, forzoso es decir que no hay ningún
dato positivo y serio por el cual se pue
dan atestiguar las contrariedades y mal
andanzas por algunos biógrafos supues
tas a Cervantes en el lugar de la Mancha
cuyo nombre será siempre un acertijo.
La casa de Medrano era realmente im
portante en las crónicas cervantinas, por
haberse impreso en ella una edición del
Quijote, dirigida por Hartzenbusch; pero
dos cervantógrafos eminentes, los seño
res Mainer y Cortejón, han destruido con
severos y minuciosos compulsamientos la
fantástica tradición de haber estado Cer-
Argamasilla.—La casa de Medrano, donde se
dice estuvo preso Cervantes.
vantes preso en Argamasilla y haber es
crito allí su glorioso libro.
La cárcel a que Cervantes alude es,
según las más verosímiles conjeturas, la
de Sevilla, pues se sabe indudablemente
que en esta ciudad estaba preso en 16oo
y que al año siguiente puso en manos de
Agustín Rojas, en la misma Sevilla, el
manuscrito de la primera parte de su
Quijote.
Sea de ello lo que fuere, no cabe duda
de la permanencia de Cervantes en algu
nos pueblos de la Mancha, pues sin ha
berlos recorrido, no los describiera con
exactitud tan minuciosa.
Aseguran además los vecinos de Ar
gamasilla que Don Quijote de la Mancha
no es un personaje puramente imagina
rio, hijo único del talento que le dió a
vida, sino que fue copia habilísima, por
tentosa si se quiere, pero copia al fin de
un hidalgo llamado don Rodrigo Pache
co, existente por aquellos tiempos en Ar
gamasilla y cuyo auténtico retrato se
conserva cuidadosamente en la iglesia
parroquial.
Efectivamente, en la iglesia de Arga
masilla hay un lienzo que representa la
figura de un hidalgo de ojos hundidos,
frente espaciosa y barba rubia y puntia
guda. Es el retrato de don Rodrigo Pa-
checo, que según nos dice el rótulo de la
pintura, fue un voto que el hidalgo hit 0
a la Virgen en acción de gracias por ha
berle librado de «una gran frialdad qU e
le cuajó dentro del cerebro y le hacía lan
zar grandes clamores de noche y de día*-
No será desatino suponer que la topo
grafía manchega determinó por causa d®
sugestión la idea del caballero andante
en la mente de Cervantes, porque aque
lla llanura inmensa, inacabable, infinita
como mar desecado, sin que ni un árbol
ni un arbusto ni una brizna opongan ef>
algunos trechos el más leve obstáculo al
vagar eterno, encienden el ansia de tras
poner los horizontes que uno tras otros®
suceden, atrayendo al caminante cora 0
un abismo sin fondo ni sima. En pal®
quebrado no le hubiera sobrecogido a»
buen hidalgo su manía sublime ni ta®
poco fueran las comarcas costeras esce
nario propio de aventuras. Sin duda al
guna que la vista de aquellos campos s®
término sugirió a Cervantes la idea d®
armar caballero al argamasillesco hidah
8 1