Full text: 1.1932=Nr. 3 (1932000300)

ACTUALIDADES 
31 
cuerdo evoco Constantemente sin sabor poi 
qué? 
Si, y que fué, á su vez, un gran mú 
sico. 
—Y sus descendientes, por atavismo, 
¿sienten esa influencia musical? 
Así es; existe en la tribu un cantor 
famoso por sus melodías nativas, llama 
do Ñaupa Ta-kiy, hombre raro, taciturno, pe 
ro de mucho corazón... 
La tarde declinaba, y los viajeros presin 
tieron el fin del viaje. 
Pocas horas después se instalaban en 
el humilde hotel del distanciado poblado, 
donde se destacaba la generosa hospitali 
dad de tierra adentro. Aquella noche los 
viajeros descansaron las fatigas -del largo 
viaje. Al amanecer del día siguiente, par 
tirían de nuevo en cabalgaduras para re 
correr los valles y montañas, donde la Na 
turaleza exuberante y pródiga ha derrama 
do sus maravillas. 
Paseando y cabalgando todo el día, así 
les sorprendió la noche, en un valle her 
moso y florido, en la falda de una mon 
taña, donde los últimos descendientes de 
una tribu, noble y valerosa, ha instalado 
sus campamentos que la civilización ale 
ja paulatinamente. 
Como buscando protección cu las lade 
ra; de la montaña, I03 indios han tenido 
sus tolderías en forma de herradura, en 
cuyo centro se eleva una más majestuosa 
que ostenta un pendón de diversos colori 
dos. En olla se alberga el cacique, y hasta 
él fueron conducidos Clarisa y Roberto 
per un indio que sallóles al encuentro. 
El cacique contempló largo rato, prime 
ramente a Clarisa, luego a .Roberto, y como 
el examen lo satisfaciera, dispuso que se les 
albergara como amigos, y que esa noche, a 
la luz de la luna que se insinuaba, se rea 
lizaba una fiesta en honor de los blan 
cos . 
V • 
Clarisa miró a su hermano, y exclamó; 
—Roberto, tú sabes que esa fiesta la he 
presenciado ya en sueños. Su música la 
he escuchado; tú me dirás si es tal como 
te la he deecrlpto. 
—Accediendo a tu pedido, es que no he 
tenido inconveniente en acompañarte para 
que tú mismo puedas estudiar la música 
nativa. 
—Estoy deseosa por oír un "yaraví”. Di 
cen que la “quena" es el instrumento más 
evocador del sentimiento del alma huma 
na y que su canto son quejas melódicas. 
Hay en ellos, en esos cantos de quena, me 
lucías del alma atávica que se remonta 
a los tiempos más antiguos de nuestra his 
toria. 
—Su música es triste y cadenciosa, de 
rilmo religioso, misteriosa; parece una 
transmisión de melodías ultraterrestres. 
—Si; y la simplicidad de sus ritmos en 
grandece -la melodía y hace que perdure. 
Tengo entendido que los rapsodas se 
encargaron de difundir de generaración es 
tos cánticos indígenas. 
Interrumpiendo este diálogo, se acercó a 
ellos otro indio. La atención de los viaje 
ros se i jó en este último. "Ñaupa Takiy”, 
había -dicho el cacique, en tanto el indio, 
humilde y tímido, contemplaba, absorto, la 
belleza ¡fie Clarisa. Sus ojos grandes, do 
mirada triste, expresaban mucho. De pron 
to, -como obedeciendo a un mandato, les 
dijo: 
—¿Queréis oír una canción indígena? 
El indio hízoles una seña con una mano, 
y se encaminó a un boBquecillo cercano. 
( bn hilo de agua corria por allí, y la luna, 
'jugueteando sobro las aguas, las acariciaba 
con reflejos de plata. La'quietud era im 
ponente. Ñaupa Takiy, después de un cor 
to trecho, se detuvo en Un claro del bosque, 
realizó unos signos extraños, mirando de 
frente a la luna, y luego, tomando la “que 
na”, púdose a tocar. 
-N 
iJüilm d. [na 
OI IfUJANO DENTISTA 
-jvfipceijiIniad en extracciones sin dolor con inyecciones o j>uk 
GALLOS 229. — Telf. 33720
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.