LETRAS
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JíiEr
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Y a mis ojos admirados cobran forma las escenas,
cobran forma y colorido las venturas y las penas
de Ia edad de mis abuelos, y oigo besos y suspiros
en las sombras palpitar;
en callados, tenues giros, por los ángulos desiertos
los escucho revolar:
son los besos y suspiros que arrullaron a los muertos
de un amor y de un hogar !
Donairosa, blanca dama de peinetas y mantilla,
¡ qué bien luce sus fulgores en tus hombros la espumilla !
¿ fuiste dueña de esta casa, despediste a un caballero,
y le esperas aún quizás,
a un impávido guerrero que al partir beso tu frente,
y que el rostro volvió atrás,
al través acaso, ansioso, de una lágrima luciente
por mirarte una vez más ?
Y el mancebo, tú que arrastras en la sombra la muleta,
de morrión de tosco cuero y uniforme de bayeta,
¿ te amputaron esa pierna tras de bélicos horrores
y hoy retornas al hogar,
al que sabe de dolores y venturas de otros días,
estructura slngu'ar,
viejo techo ennegrecido que de amores y alegrías
todo un mundo vió pasar ?
¡ Son los muertos !... En las sombras alocado el viento brega,
ya blasfema, ya baladra; ora silba y ora juega
con el tul de la llovizna, con las ramas que deshoja,
con la estola de una cruz;
ya sus ímpetus afloja, ya retorna, ora dibuja
del relámpago a la luz,
un fantástico esqueleto que aterido se arrebuja
del sudario en el capuz.
Alejandro GUANES