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P ea la ley de Li'nch, y apenas trasciende el conflicto de razas 
4 e es permanente, merced a la política liberal y protectora del 
ma Ual gobernante. Los individuos de color en todo el país, su- 
lo * mca de d * ez m ‘bones, y puede decirse que entre ellos y 
se „ an » 0S ’ la batalIa es Perpetua, aunque la hostilidad sólo 
b manifieste por hechos aislados. La tercera parte de la po 
te* 011 de Washington, o sea ochenta y seis mil almas, per 
ece a esa raza. 
Cadn Y ; se comprende lo segundo, como un homenaje centupli- 
mortei rí’ 0 u atlV °’ CUy ° ÍnVeüt ° desvió P ara siempre el golpe 
h u i dC a ? hlSpa clectma > creando una fe nueva en el poder 
r y difundiendo el consuelo en el seno de los hogares, 
sitie enjamm FranIclln se destaca en mármol y de pie en un 
su a J n r y C f 0gld0 de la avenida Pennsylvania, vía notable por 
eos P , ’ SUS soberbios edificios, sus líneas de trenes eléctri- 
■, sus luces deslumbradoras, y sus raudos continuos de ele- 
nte s mujeres. 
logo !? ! StatUa n ° e " t0d0 satisfaee - Produce un efecto aná- 
p 0e d a de Shakespeare en la abadía de Westminster; líneas 
gor Sahentes ’ encogimiento de formas, poca perspectiva, vi- 
a cer 0 SCaS °’ SUjeStÍÓ ? nula ' Si el genio pudiera cincelarse en 
eo ítlo f Ur °’ Franklín tal vez aparecería mejor simbolizado, 
q üe T rZa de atracción de otra fuerza más poderosa a la 
ominado y anulado en bien de la especie. 
Ia rida] hÍngt ° U P ° See inTmm erables bellezas, y ofrece singu 
tablea' a Cada paS ° bien di,gnas de tención. En sus más no 
li*^ COnstr ucciones, el frente y costados presentan todas las 
tas y f perflles geométricos concebibles, desde las simples rec- 
qu c basta f as rna ' s complicadas figuras, en conjuntos 
110 tien an armoniosos > siendo de observar que esos edificios 
ta s pueT aZ ° teas ’ ni pa1:ios ’ ni jardines, salvo las pocas plan 
ee Se j aS ea mac ctas o pequeñas tinas en el limitado espacio 
>Uvi ern f ? a bbre delante de las escalinatas y puertas, y que en 
0 os chicuelos ornamentan con muñecos de nieve, 
bidad aS , me ^ ores calles es tán pavimentadas con asfalto de Tri 
do pr j ° con simple adoquín pequeño, algunas con empedra 
re en " dl y° ’ to d as con umbrías arboledas a las dos bandas, 
a cer a a eStl ° con su espeso follaje privan la observación de 
a cera, y en la estación opuesta se transforma en in-