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Trátase de Andrés Cordero. 
—Pero ¿vive aún Andrés Cordero?—se preguntará alguien. 
—Sí—le respondemos — está vivito y coleando. 
Cordero, unido gordianamente con la Soledad (con S ma 
yúscula), le tiene pánico a la soledad (con s minúscula). Por 
eso, dos veces al afio, abandona el apacible retiro, del cual nunca 
debería salir, y las dos veces en religiosas solemnidades: Semana 
santa y Día de los difuntos. Se tíos antoja, no sin fundamento, que 
Cordero ha de ser un cordero religioso. ¿No será, por ventura, el 
cordero pascual? 
Cordero, «pascual» o Andrés, ha sabido aprovecharse de la 
ingenuidad de un público, tirado por la cuerda atávica de la 
pusilanimidad y la sosera, brindándole, en las mencionadas fe 
chas, espectáculos que él ha indicado y fomentado como únicos 
propicios para tales días. 
Gracias, pues, a Cordero, sabemos que «La pasión, muerte, 
resurrección, etc., de Cristo» j r «Don Juan Tenorio», obras repte 
sentables el XX de septiembre y el viernes santo, respectivamente, 
sólo pueden y deben llevarse a la escena en la época por el 
señalada. (') 
¿Es o no un tipo único este hijo predilecto de Talía? 
Hasta cierto punto su público le ha de estar agradecido por 
que, debido a sus geniales ideas, puede divertirse holgadamente 
sin faltar a ninguno de los mandamientos... 
«La pasión, etc.» y el «Tenorio» son, por lo tanto, sus dos 
vigorosos puntales. Verdad es que también suele epilogai las 
breves temporadas interpretando roles de traidor de melodrama. 
Casi nos olvidábamos decir que «Los dos pilletes» es su tercer 
puntal vigoroso. , 
Cordero-Cristo, Cordero-Tenorio y Cordero-Traidor, he aqu 
tres corderos distintos y uno solo verdadero: Andrés. 
Quedan ya enterados nuestros lectores de cómo supo encontrar 
este raro specimen el famoso vellocino de oro sin desplantes 
inútiles de argonauta. _ , 
Y como si este comentario sigue así, rebasará la medida 
lo pequeño, diremos, para finalizar que, Jasón-Cordero, es un tigr 
con piel, garras y todos los atributos de un verdadero tigre.. • 
(1) Conste que el hombre ha hecho escuela. Sus discípulos se multiplica» 1 &t 
manera prodigiosa.