Full text: 1.1913,12.Apr.=Nr. 1 (1913000100)

Crónica 
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Crónica CDunòial 
Los sucesos de Méjico y la figura de 
Madero. « 
Aunque no parezca ya de actualidad no 
está demás, sin embargo el hacer algunos 
ligeros comentarios acerca de la catástrofe 
revolucionaria mejicana, que terminara tan 
trágicamente con la muerte del presiden 
te Madero y de! vice señor Pino Suárez. 
Y estas consideraciones nos las sugie 
ren los hechos producidos y los persona 
jes que han intervenido en ellos. 
Francisco 1. Madero, es sin duda algu 
na, digno de pasar á la historia. El ca 
rácter férreo de aquel hombre y su tena 
cidad inquebrantable los puso de relieve 
en la memorable contienda. 
A raíz de la sublevación promovida y 
encabezada por el general Félix Díaz, 
sobrino de don Porfirio Díaz—cuyos deta 
lles todos conocen—la personalidad de 
Madero se destacó con contornos gi 
gantescos. 
El ex-presidente, hebreo de origen, ha 
excedido de la talla común de los manda 
tarios oropelescos y vulgares, sin iniciati 
vas, sin carácter y sin talento. Su pasta 
ha sido formidable y nos demuestra que 
en este siglo positivista y comercial, aún 
no ha muerto la estirpe de los héroes y 
de los soñadores, la de los locos y de los 
genios... 
Madero ha sido uno de ellos. Cuando 
estalló la insurrección, inmediatamente 
que tuvo conocimiento de ella acudió per 
sonalmente y se puso al frente de sus 
tropas, arengándolas y conduciéndolas al 
campo de batalla, en medio de la lluvia 
de las balas y del fragoroso estrépito de 
los fusiles. Más la suerte le fue adversa, 
en esa colosal hecatombe que tuvo por 
teatro las calles de la capital mejicana. 
El gigante pereció en la contienda, sa 
crificado por sus enemigos, que temían 
demasiado de su valor y de su locura. 
¡ Es hermoso el gesto aquel de Madero, 
en su desesperada resistencia última, al 
defenderse personalmente desde los salo 
nes del Palacio de Gobierno, con su máu- 
ser en la mano, dipuesto á morir antes 
que ceder, y rodeado, de sus últimos ami 
gos fieles, dos ó tres que no le hicieron 
traición 1 
¡ Pobre Madero, víctima de su lealtad 
y de su heroísmo! El no concebía la 
degradación ni la villanía humanas y no 
pensaba que como á Jesús se le pudiese 
entregar y vender por dinero .. ! 
La humanidad ya no quiere Quijotes ... 
Quiere nueva clase de héroes que en 
vez de blander una espada, empuñen un 
arado, y que en vez de dirigir una aren 
ga lírica y estoica pronuncien discursos, 
hablando de la libertad del sufragio y del 
porvenir de la exportación .. ! ¡ Para 
qué utopías peligrosas ... 
Nada de guerras, ni de gestos sentimen 
tales. Los que intenten resucitar una ha 
zaña épica, estarán detenidos por la ava 
lancha obstructora de cien mil bocas estu 
pefactas de banqueros, mercaderes, imbé 
ciles y asalariados ... que los maldecirán 
y los escupirán en la cara... Ir contra 
la corriente es peligroso ... 
Nada de epopeyas homéricas ni de le 
yendas de audacia. El arrojo' ya no es 
tenido en cuenta, por hoy... Y sobre 
todo; en estos tiempos, para qué sirve el 
honor.. ? 
La humanidad ya no quiere oir recordar 
de Aníbal, ni de Napoleón, ni de Alejan 
dro, ni de Roberspierre. ¡ Desgraciados 
de los que pretendan imitarlos .. ! 
¡Ahora solo se levantan estátuas á los 
Manueles II, fugitivos de sus alcobas rea 
les y á los Roosevelt, cuando van á caza 
de osos por el Africa .. ! 
La Turquía poética y heróica. 
Scutari aún no ha caído, á pesar de 
las mil y una noticias contradictorias cir 
culadas hasta hoy. 
No creemos nosotros, á despecho de 
lo que se diga en contra, en las venta-
	        
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