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noches de beneficio. —
Días pasados se realizó en el
teatro 18 de Julio, ante un
público numeroso y entusias
ta, el beneficio de la primera
tiple Gabina de la Muela.
Aquello, como pueden supo
nerlo nuestros lectores, fué
nn delirio interminable, un
clamoreo enloquecedor, un
entusiasmo delirante. La ca
zuela amenazaba desplomar
se. Los bouquels, lanzados
desde las alturas por manos
femeninas, cubrían á la bene
ficiada que no pudo menos de
agradecer, entre sollozos,
aquella singular manifesta
ción. Luego, al final, lo pre
visto: estrujones, disputas,
protestas, gemidos, sofo
cones.
Cuando la sala quedó casi
en la penumbra, recién adver
timos que nos hallábamos en
un teatro y dirigimos, enton
ces, nuestros pasos hacia el
camarín de la festejada tiple.
Entre un mundo de corbeilles,
■bouquels, confituras ybolsitas
de marrons, logramos distin
guir á Gabina de la Muela.
Estaba abrumada, aturdida,
enferma. Sin embargo, no de¡ó
•de contestar á nuestro saludo
con su habitual sonrisa, un
tantico desdeñosa. Después
recorrimos, en una rápida
mirada, el conjunto de los
obsequios que lucían sus res
pectivas y diminutas tarjetas,
todas de sus admiradoras. He
aquí el contenido de algunas
de ellas: «La de la 5a. co
lumna», «Una que no ha fal
tado á una sola función», « Las
cinco inseparables», «Las del
palco avant scene » y otras
mil que no recordamos.
í ¡Decididamente —- dijimos á
José E. Pareja,
Agente General de la Sociedad de Autores del Uruguay
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cierto cómico que estaba á
nuestro lado — la señora de
la Muela ha de estar muy
satisfecha...
Por qué ? — interrumpió
sorprendido.
— Pues por los regalos de
sus admiradoras.
— Mire usted — contestó
nuestro cómico — á mí no me
haría mucha gracia eso de
que me enviaran regalos y
me festejaran los de mi se
xo... por aquello de «pan
con pan. . ».
La presencia de Robles en
el dintel del camarín cortó el
hilo de nuestra conversación.
lean Marvi •—Así se titu
la una pieza teatral en cuatro
actos, escrita por el conocido
periodista señor Santiago
Giuffra, actual redactor en
jefe de El Telégrafo Marítimo.
Dicho drama, animado de
un asunto tendencioso que
despertará vivo interés, fué
leído, días pasados, ante un
grupo de intelectuales, cuya
opinión es unánime en afirmar
que el señor Giuffra obtendrá
un ruidoso éxito con su obra.
«Jean Marvin» será entre
gado, en breve, á la dirección
artística del teatro Cibils.
actores del Cibils.—
MARY: Es un actor joven,
inteligente y estudioso. El
público no le ha sorprendido
jamás en una vacilación, en
un titubeo. Estudia sus roles
con conciencia: indaga, ob
serva, escudriña. Y cuando
abriga la íntima convicción
de que posee el personaje que
se le ha confiado, entra á
escena, tranquilo y seguro de
su éxito.
A esta cualidad, precisa-
mente, Mary debe los gratos
triunfos que ha alcanzado con
sus interpretaciones de «El león
ciego», «M’hijo el dotor», -«Ba
rranca abajo» y otros.
FERNÁNDEZ: Posee brillan
tes aptitudes para el género tea
tral al cual se ha dedicado con
todos los entusiasmos de su ju
ventud. Muévese en escena con
naturalidad y soltura. Su ademán
es sobrio, su dicción clara. Su
interpretación del personaje prin
cipal de «El alma de la casa le
ha valido muchos plácemes y fe
licitaciones.
Su labor en la- mencionada co
media es tanto más encomiable
cuanto que el personaje Rafael
es una figura que exige una ac
tuación violenta y fatigosa, pues
su desequilibrio mental deter
mina transiciones bruscas que
son, para un actor joven, verda
deros obstáculos,que Fernández,
por otra parte, ha sabido salvar
con mucho acierto.
Una nueva Salomé.—Des
pués de la «Salomé» de Strauss
y la «Salomé» de Mariotti, ins
piradas ambas en el grandioso
poema de Oscar Wilde, ha sido
anunciada, en los círculos artís
ticos italianos, otra nueva «Sa
lomé», cuyos autores son el re
putado maestro de canto Gui
llermo Branca y el libretista
Carlesi di Pranto. Esta ópera,
compuesta de cuatro actos, será
estrenada en uno de los princi
pales teatros de la península,
durante la próxima temporada de
invierno.
1
i
Mary
Fernández