Full text: 1.1913,15.Dez.=Nr. 16/17 (1913001600)

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Cr ó ¡uca 
triste. Ai pasear mi mano por su io 
mo, me parece estar acariciando las 
espaldas de la vieja humanidad. 
Los hombres se rien de mis zapa 
tos rotos; yo también me rio. Se, 
que soy un salvaje; un embrión de 
manicomio. Una creación absurda. 
No busco oro, de ahí mi locura. Creo 
que los hombres son buenos; pero si 
fueran malos tal vez serian mejores. 
Yo les perdono. ¡Poerecitos! tienen 
masiado estómagos. 
Amo a Jesús. Soñó un mundo mas 
hermoso y gritó a la humanidad un 
código de dolor. Su boca que no su 
po la tibieza de otra boca, desfloró 
la castidad de una sonrisa cuando la 
pecadora besó sus pies. Tuvo la fie 
bre voluptuosa de su doctrina, y, la 
melancolia extraña de su amor. 
La Magdalena fué la aurora. Abrió 
un pareñtesis en la vida del maestro, 
dibujando con su mirada la nebulosa 
de una pasión. 
Soy un poeta. Pero un poeta como 
el Cristo. Tengo mi Magdalena, mi 
neurósis y mi Cruz. En el Calvario 
de mi vida, hay la interjección de un 
sueño roto. Y, allá en el fondo de mi t 
Yo, se agita un amor más humano, 
más ardiente, más salvaje, más in 
menso que la fiebre del apocalipsis. 
Tengo un Patmos. 
Soy rebelde. No admito leyes por 
que tengo un cerebro. No acepto 
dogmas porque sé sentir. Me rio del 
Destino. ¿El Destino? Los perros no 
los tienen, y el hombre si. ¡Magnifica 
ironia! 
Me guia en el mundo los besos de 
mi amante. La que tiene los ojos co 
lor de ajenjo turbio y manos blancas 
como la nieve. No tengo faros, pero 
sí, mucha ambición. 
Busco en la elocuencia de una cari 
cia la metafísica de todos los proble 
mas. Schopenhauer me dá lástima. 
Jean Meslier me consuela. Y, Augus 
to Comte me fastidia. 
Soy un personaje de D’Annunzio. 
Contemplo el sol y sonrio a la Di 
vina. 
No me preocupa si el mundo tam 
balea. Ni si la vida termina cuando 
el corazón cesa de latir. 
Nó me importa la estructura de los 
átomos. Ni me cuido de saber donde 
empieza el espacio, ni cuando, el 
tiempo dirá ¡basta! 
Voy solo. No me sigais. Mordedme 
si quereis Despreciadme. Tengo un 
poco de desden para vosotros. 
Soy orgulloso. No puedo ser hu 
milde. En mi cama de paja soñé con 
quistar el mundo y enamorar una 
Diosa. 
Seguid vuestra vida de hormigas. 
Soy la cigarra que canta, dejadme 
solo. Llevo en mi cerebro una Babi 
lonia y en mis labios muchos besos». 
Así habló el bohemio. 
Leopoldo CENTURIÓN 
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Para Crónica 
Quand !’ atnour meurt.. • 
Sollozaba en el jardín 
Perfumado de Ni non. 
El alma de aquel violín 
Enfermo del corazón. 
Era un crepúsculo sin 
Nubes blancas de algodón 
• En que moría de splin 
El cisne de mi canción. 
Y mientras su retintín 
Siguió gimiendo el violín, 
Yo busqué por el jardín. 
Para galante, oblación 
El intocado jazmín 
Que hube de darle á Ninónl 
Telmo .MANACORDA 
(Salto Oriental)
	        
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