Crónica
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la razón—esa razón convencional—
en un justo medio?
Sé que no sé nada. Esta es la
sentencia á que llegamos por lógica
conclusión, si ahondamos ese miste
rio impenetrable que se llama ser y
no ser.
Así el placer, así el dolor. Un so
fisma y una fuerza, una ilusión y una
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realidad. Enervador por su espejis
mo el placer, demoledor por su mar
tirio el dolor.
No hay lógica, no. Lo único posi
tivo es esa concentración desgarra
dora del sufrimiento, sobre la cual
algunos han fundado una filosofía.
Juan VOSGOS
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que gEVíST^- TKN&A i :xri T( >
Si quieres que tu revista pase de
algunos años ó, siquiera de algunas
semanas, procura que sea muy seria,
fundamentalmente seria, abusivamen
te seria. Al público no le gustan las
cosas que le entretienen y sólo bus
ca las que le hacen bostezar.
Trata de adular a los gobernantes.
Toda publicación de carácter oficial
ú oficioso tiene el éxito asegurado.
Suponiendo que tratases ahora de
poner en venta el primer número de
tu hipotético periódico, comienza por
publicar el retrato del Presidente de
1a República.
Llámale estadista reposado, perla
cordobesa, estrella de la mañana y
presidente mirífico.
No publiques caricaturas más ó me
nos intencionadas. Bastará para tu
objeto que dés á conocer fotografías
nuevas y originales: «la casa de go
bierno», «la municipalidad», «un ven
dedor de diarios», «fachada del tea
tro de la Opera» y otras por el esti
lo. Tampoco estará de más, que re
produzcas grabados tales como los
titulados: «Puesta de sol en los Al
pes», «Romeo y Julieta», «Una vaca
rumiando», etc.
Dá cabida en las páginas de tu ma
gazine todos los versos que te en
víen; excepto aquellos que puedan
ser tenidos por humorísticos ó inge
niosos.
Mucho de «A***, soneto».
«A mi madre, en el día de su cum
pleaños».
«Sueños de color de rosa».
«A un prócer».
«A dos próceres y pico».
Procura dar preferencia á las poe
sías de ciertos vates juveniles que
las «epigrafizan» (el vocablo es de los
aludidos vates) de este modo;
«Misas negras y de otros colores.»
«Jazmines y logaritmos».
«La marquesita de Versalles».
«La princesa completamente azul.»
«¡Andalucía!»
«La libélula y el enuco».
En prosa deben gozar de tu prete-
rencia los estudios largos:
«De la supuesta inferioridad men
tal de la mujer», «Estadística de los
trabajos realizados por la Defensa
Agrícola», «La Divina Comedia y el
Quijote (estudios gramaticales) » y
«Los peligros del tabaco», por no ci
tar más.
Desdeña las actualidades interesan
tes, que dejan de ser interesantes en
cuanto dejan de ser actualidades.
¿A quién le importará dentro de
cien años que una niña se haya en
fermado de tuberculosis en un asilo,