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PROTEO
Los humanos
Al Sr. César Bossi, respetuosamente.
Se nos presentan bajo un aspecto uis tanto desconcertante
como si fueran hombres de otras razas, como si fueran exaa
ños a nuestro medio, como si provinieran de otros mundos y
de otras épocas.
Hay un algo en ello, circuyendo su personalidad y tor
nándola casi luminosa, y es la tenacidad con que van incul
cando en nuestro espíritu todos sus pensamientos, para rea
lizar en él, con paciencia suma, una asombrosa transfor
mación. Til
Nos creen traer la verdad | nos creen decir la verdad; lo
que ellos piensan v lo que aspiran,; sus observaciones y sus
conclusiones; sus esperanzas y su fe; mas, aunque todo esto
fuera una enorme mentira, una mísera ilusión, benditos ellos,
del mismo modo, puesto que consiguen lo que pretenden, que
es elevar por medio de concepciones amplias, dignificai, tra
zar caminos a una juventud decadente, corroída por la duda
insana, con sus preceptos moralizadores y por demas llá
manos. .
Benditos ellos, sí: todo ese contingente valioso de sem-
bradores, de rcconfort adores espirituales.
" Escuchando su palabra de aliento-palabra de aliento
porque no sabe de desfallecimientos; escuchando su palabra
pausada v grave-pausada y grave, tanto, que su modulación
se extiende por la amplitud ddl mundo haciendo detener to
dos los vestigios de vida en la concentración, se hacen a un
lado todos los torbellinos de pasiones que pululaban hacién
donos sombra; todas las bajezas de que mas o meno.^ estamos