PROTEO
23
Yo también creo, acaso ,con Ja pedantería que dan los veinti
cinco años, en la fuerza incontrastable de la juventud. Ahora
más que nunca. En el momento de desorientación espiritual
en que se encuentra la humanidad, le corresponde a América,
y dentro de América, a su. juventud, la tarea nobilísima de
lanzar a los cielos la nueva luz de esperanza.
El pasado se va definitivamente. Un anhelo de renova
ción y mejoramiento prepara un mundo nuevo: esa América
sin odios ancestrales, esa juventud aun libre del veneno de las
viejas y antiguas tradiciones, son las que en esta hora excep
cional de inquietud y esperanza abrirán los nuevos caminos
en marcha gloriosa al porvenir. La meta está acaso en la cum
bre más alta, junto al mismo cielo infinito y profundo y por
e>l largo sendero que ha de llevarnos a su conquista dos peligros
nos acechan : o el escepticismo que inhibe la acción, o el pesi
mismo que la encauza a malas orientaciones. Pesimista o es
céptica ha sido hasta ahora gran parte de nuestra juventud.
Reaccionemos contra ambos males. La hora actual pertenece
a los espíritus afirmativos, a aquellos espíritus que están
encendidos de una verdad, y vienen a la vida a realizarla
Digamos también nuestra. verdad, levantemos también,
nuestra bandera; nosotros levantaremos la bandera de Ariel,
y entonces podremos decir con el poeta: «Somos idealistas,
confiamos en el poder de la voluntad, pedimos acción, nos
mueve el optimismo y defendemos un concepto sagrado de
patria que, .sin perder su color local, puede fundirse en el am
plio concepto de América! Tal mi opinión.
Algunas páginas de «Ariel» quisiera yo leeros, ya que
be leído algunas líneas de los libros a que me he referido an
teriormente. No existe la página representativa, si por tal
entendemos aquella que concentra, por excelencia, el pensa-
minto esencial del escritor, porque ese pensamiento está en.
todas ellas, difundido a lo lai’go de las cien hojas del libro,
agitando su inquietud simpática bajo la imagen y la frase.