PROTEO
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ni solar y mi raza
Yo nací en una vieja y litúrgica aldea,
Que sueña en los milagros y en la Santa Esteadea;
Es una aldea bíblica. Huele a rosas y a heno.
Allí las inozas hilan y comen pan centeno.
La abriga una montaña que el sol viste con oros,
Donde relinchan potros, pacen libres los toros.
Y hay algo primitivo en la selva y la loma;
Duerme tranquilo ell lobo y no huye la paloma.
Y subiendo en los aires, bajo las tardes quietas,
Salmodian las alondras canciones de poetas.
En la cuesta, un arroyo estalla en catarata.
Y juega con la muerte la majada de plata.
Más abajo, en el valle, los rudos labradores
Se inclinan en la tierra, prosiguen sus labores.
Como la mar en ondas, se mecen los trigales.
Se estremece de vida la savia en los nogales.
Indolente el zagal tosco pífano toca;
Quejas de unos amores lleva la brisa loca.
Camino de las eras, al compás de los brutos
Cantando' las carretas van cargadas de frutos.
En la otra aldea, fiesta. La mozada galaica
Baaila jota y muiñeira al ritmo de la gaita.
Y pensando en la danza, sobre piedra musgosa
Cuenta la Maruxiña sus penas a una rosa.
* # *
Nuestra casa es de piedras, ventanas ojivales;
Circundada de muros y con altos portales.