VIDA MONTEVIDEANA
clavado más de cuatro meses en su lecho, en
sus momentos en que el picotazo del dolor
físico no lo molesta, pinta; recuerda sobre
la tela aquellos cuadros que tomara sobre
la escena grandiosa de' nuestros campos;
recuerda con el pincel y los colores, las horas
deliciosas del pago; la carreta que vuelve
cargada de mercancias al paso adormilado
de los mansos bueyes, mientras el carrero
con su larga picana marcha al tranco corto
de su zaino favorito, silbando un triste de
luengas cadencias, que tienen tantá melan
cólica poesia... Y para, adormecer más el
dolor físico, Gutiérrez, recuerda el arroyo de
aguas mansas que cruza ondulando por
entreabras arenosas y bajo doseles de sau
ces llorones y de talrs enanos que ehredan
sus frondas en un abrazo de ramas, mientras,
las hojas se cuentan, en la hora del crepús-
calo, leyendas de tragedias revolucionarias,
y quizas el idilio pasado de un amor del pa
go que fue, en las tardes estivales, á contar
les el secreto de sus querellas, arrojando
sobre la ola cristalina de la comente, péta
los blancos de.margaritas silvestres.
Exhibe Gutiérrez en lo de Prevettoni un
lindo, pero de verdad, un lindo cuadro crio
llo; es un par de ranchos, de esos techos de
totora y quinche de tacuara vieja, es una
pulpería de campaña, con su tradicional reja
de hierro, de la que arrib. n varios paisanos
con sus carretas... El ambiente es nuestro;
desde la lanza del pitón, que sobresale en
primer término, hasta el fondo perdido del
último, espáeio lejano, desde el cielo profun
damente azul, hasta, los ranchos, la indu
mentaria sanchezca de los paisanos, todo es
cópia fiel de nuestras costumbres, embelle
cidas por el encanto del Arte, del colorido,
de la perspectiva, de la luz... no le ha hecho
degenerar á Gutiérrez la enle, medad es
siempre artista de raza; y sobre todo pintor
nacional, que trata sus asuntos criollos con
amor de patriota, con cariño de oriental
campero.
Es delante de ese hermoso cuadro de Gu
tiérrez que he pensado hallar la más acuba
da y bella alegoria de la paz nuestra. No el
gaucho feroz de las contiendas sangrientas
pero si la apoteosis sencilla, pero elocuente,
del trabajo del paisano: no ya embrutecido
en el rojo entrevero de la pelea, pero si rege
nerado por la labor tranquila que es la que
abre espacios más anchurosos á los destinos
de la patria.
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* *
¿Duraznosen este tiempo—y quéricos nos
los exhibe Sabat enun cuadro decomedor en
lo de Maveroff?.Es de la fruta mejor pintada
que he visto en mucho tiempo.
Y esta nueva .muestra de Sabat confirma
una vez más mis anteriores juicios cuando
la censura sin piedad de los zapateros meti
dos á críticos; lo fustigaba, de puro, gusto,
sin querer ver el boton de la futura flor de
artista que más tarde ostentaria sus más es
pléndidos colores.
Con mi bondad al juzgar los artistas, no
he tenido que tragarme las censuras hechas;
los he estimulado con mí palabra alentadora,
ya que los crasos, los guardianes de hierro,
no compran más que lascoliflores más gran
des y dejan las orquídeas de! Arte de los
soñadores que por falta del lastre del oro
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CastilloYle_Piriápolis, r en el departamento de Maldonado. —(De un croquis).
navegan en plena via—láctea de fantasía.
Sabat, son dos manos más que se unen pa
ra aplaudirle este hermoso cuadro que nos
exhibe en estos dias, las mias.
Apropósito de frutas, exhíbese, en lo de
Prevettoni un par de cuadros de Meneghni
que es délo bueno que llega à estos pagos,
donde nos envían, generalmente, la escoria
délos talleres europeos.
Meneghni, es pintor de frutas; un poco de
estilo antiguo, lamiendo con lengua de gato,
los contornos délos duraznos y las uvas, pe
ro tiene color rico, buenos golpes de luz y
tonos intermedios bien estudiados.
P. oí. de'Alceda.
NOTAS
Con el objeto de dedicarse A tareas más prp-
vechosas que las periodísticas, han abandonado la
redacción de la Revista, nuestros estimados amigos
señores Juan M- Vallejo Badaró y Juan Anue-
llino.
La separación de estos compañero; no es com
pleta, pues nos han prometido colaborar asidua
mente en nuestro semanario, que se considerará
honrado publicando trabajos suyos.
Al lamentar la separación de estos amigos, Ies
despedimos cordialmente, deseándoles toda clase
de lelícidades en las nuevas tareas que emprendan,
al mismo tiempo que les agradecemos el inesti
mable concurso..,.i,gtelectual que á esta Revísta
p r e s ta r o i r d e s de'-slijítú id a c i ó n.
. t i. ' ■ •
La -distinguida profesora y concertista señora
María Gutiérrez de la Cueva,'nos ha honrado con
la preciosa Polonesa para piano y mandolino, que
recibirán nuestros lectores con el presente nú
mero. c
La Señora de ■ 1 a‘Gújpv-a no es una' desconocida-
del público montevideano, que en más de un con
cierto ha tenido oportunidad de aplaudir su talen
to y confirmar la fama de que venia precedida
desde Europa y la República Argentina.
La señora María G. de la Cueva hizo su carre
ra en el Real Conservatorio de Madrid, siendo
sus profesores, el reputado maestro Zavalza y la
no menos notable maestra Francisca• Samaniego,
ambas, entidades musicales umversalmente cono
cidas.
Hace seis años que en la, ciudad de Buenos
Aires y ante el tribunal competentísimo del Con
servatorio de esa ciudad, dió relevantes pruebas
de sus condiciones como profesora y como ejecu
tante, lo que le valió un aplauso unánime y gran
des elogios de la Prensa bonaerense y la oferta
del señor Juan Gutiérrez,.director de aquel Con
servatorio para que regenteara la clase de piano
en su institución musical, > En , los exámenes
correspondientes á los tres años de solfeo y los
ocho de pjano, obtúvola señora de la Cueva, en
todos ellos la no a de sobresaliente.
Durante seis años, se ha dedicado en la Ai-gen-
timála enseñan adela música, con gran éxito
en la ciudad de Cñacomús, en la que, organiza
más de 40 fiestas, siempre á beneficio de las
Saciedades de Caridad, de las que era Dama
de Consejo y á benéfJcio también, del Hopitai
i Español de Buenos Aires, ele igual manera: qu.e
organizó fiesta patrocinadas por las Sociedades
-Francesas, Inglesas, Lilianas y Españolas, de to-
das las cuales tiene objetos; de,arte, como recuer-
¡ dos, y del pueblo de Cliacomús, una gran placa de
oro.
Actualmente la Señora de la Cueva es una de
los profesores,que contribuyeiyá tener bien alto
; el renombre del Arte en esta capital. Nuestros
lectores conocen ya las bonitas pieza; para piano
que la señora de la Cueva ha editado dlt. ante el
poco tiempo que tiene de permanencia en esta
ciudad.
Estos solos datos son suficiente garantía para
asegurar que la Polonesa Vida M'Mevidcana
será recibida con verdadero agrado en la sociedad
montevideana.
Por haber llegado A última hora no publicamos
una estensa crónica, que de la brillante velada ce
lebrada en la noche del viernes en Solís. nos ha
remitido nuestro asiduo colaborador indiscreto.
Establecimiento gráfico á vapor. Convención 82.