Full text: 1.1897,24.Okt.=Nr. 17 (1897000117)

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VJDA MONTEVIDEANA 
tenían también prohibido el mirarse en el 
cristal de los ríos y de los lagos. 
II 
En un barrio, extramuros de la ciudad, 
vivía una joven llamada Jacinta, que estaba 
menos triste que las demás, porque tenia un 
novio que la adoraba con delirio. 
La persona que os encuentra hermosa y 
no se cansa de decíroslo, puede hacer las 
veces de. espejo. 
—-De véras—preguntaba Jacinta — qué 
mis ojos son admirables? 
—No los hay más sorprendentes en el mundo 
—¿Y de qué color es mi cútis? 
—Más blanco que la nieve. 
—-Y qué dices de mis lábios? 
—Que parecen una cereza partida. 
—¿ Y mis dientes ? 
—Son tan finos y tan blancos como el 
grano de arroz. 
Así hablaban los enamorados, teniendo 
Jacinta la dicha de oir elogiar lo que el ga 
lán tenía la fortuna de ver. 
Concertóse, al fin, la boda; perocuando la 
noticia del enlacé llegó á oidos de la reina, 
propúsose ésta destruir la felicidad de Ja 
cinta, á laque detestaba, por ser la criatura 
más hermosa de la comarca. 
III 
La víspera del matrimonio paseábase Ja 
cinta por un prado, cuando de repente se 
le presentó una anciana en demanda de li 
mosna. 
De pronto la vieja lanzó un grito deespan 
to, y exclamó: 
—¡Cielos! ¡ Qué horror! 
—¡Qué os pasa, buena mujer? ¿Qué 
habéis visto en mí? 
—El ser más feo que hay en el mundo. 
—i Soy fea ?... 
—No hay palabras con que ponderar vues 
tra fealdad. 
—Pero mis ojos... 
—Son horribles. 
—¿ Y mi cútis ? 
—Negro como el carbón. 
—c Y mi boca? 
—Verdaderamente repugnante. 
—¿Y mis dientes? 
—Largos, desiguales y amarillentos. 
Acto continuo, la vieja, que debía ser una 
hada milagrosa, amiga de la reina, se alejó 
presurosa, lanzando una carcajada, mientras 
Jacinta caía en tierra con los ojos inundados 
de lágrimas. 
IV 
No era posible calmar la aflicción de Ja 
cinta. 
—¡ Soy fea !—exclamaba á cada instante 
—¡soy rematadamente fea! 
Era inútil que su prometido le asegurase 
lo contrario. 
—Déjame en paz—le decía—mientes por 
que me tienes lástima; pero no me amas ni 
me has amado nunca. 
Para desengañarla, apeló al testimonio de 
varias personas, las cuales declararon que 
Jacinta era en .verdad un prodigio de her 
mosura. Pero la doncella creyó que los tes 
tigos habían sido comprados por su amante, 
é insistió en dar únicamente crédito á las 
palabras de la anciana.. 
No hay frases con que pintar la desespera 
ción del mancebo, tan ardientemente ena 
morado de Jacinta, la cual habia llegado á 
renunciar á su proyectado matrimonio. 
—¡ Soy demasiado fea para casarme!—re 
petía la doncella á cada instante, sin que 
hubiera medio de convencerla de que estaba 
en un error lamentable. 
La única manera de desmentirá la vieja, 
habría sido poner un espejo ante los ojos, 
de Jacinta. Pero ¿ dónde encontrarlo ? 
—Pues bién. iré á la corte—dijo el novio 
—y por bárbara que sea nuestra soberana,. 
no dejarán de conmoverla mis lágrimas y la 
belleza de mi amada. 
Gran trabajo costó llevar á Jacinta á pa 
lacio, donde no quería mostrar su horrible 
fealdad. Sin embargo, acabó por consentir 
accediendo á las súplicas de su amigo. 
V 
— ¿ Qué gente es esa ? ¿.Qué desea ? 
—Majestad, soy el amante más infortuna 
do de la tierra. 
—¿Y á mí qué me importan vuestras pe 
nas? 
—Apiadaos de mi dolor y permitidme que 
me procure un espejo. .. 
La reina se levantó furiosa y le dijo: , 
—¿Quién se atreve á hablar de espejos en 
mi presencia? 
—¡Tranquilizaos, majestad! Esta joven 
tan fresca y tan hermosa que me acompaña, 
tiene la manía de que es horriblemente fea... 
—Y está'en lo cierto—contestó la reina— 
porque jamás he visto más espantoso rostro. 
Jacinta creyó que iba á morir de tristeza. 
La duda no era posible, puesto que á los 
ojos de la reina, lo mismo que á los de la 
mendiga, era un. ser á todas luces repug 
nante. 
El amante, al oir la terrible opinión de 
la soberana, dijo en alta voz que la reina 
se había vuelto loca, á menos que hubiese 
mentido. 
No pudo añadir ni una palabras más. 
Los guardias se apoderaron de su per 
sona, y la reina clió orden de que cortaran 
inmediatamente la cabeza al prometido es 
poso de Jacinta. 
El verdugo levantó un ancho y relucien 
te alfanje y á un mismo tiempo se oyeron 
dos agudos gritos: uno de alegria,—porque 
en el desnudo acero se había contemplado 1 
Jacinta en todo el esplendor de su hermosu 
ra, y otro de angustia, porque la infame 
reina exhalaba el último suspiro á causa de | 
la indignación que le había producido el ver I 
reflejada su fealdad en el improvisado espejo. J 
Catulle MENDÉS. 
m 
r 
h-. 
Escuela-Asilo de la ciudad de Paysandú—(De fotografía) 
BOTAS 
Hemos recibido un trabajo literario del señor 
Daliniro Cordones y Martínez, otro de nuestro co 
laborador Twala y varias poesias, los que no van 
en este número por falta absolutáistte espacio, y 
por haber llegado demasiado tarde#•■Pedimos dis 
culpa á sus autores por esta demora*. > ! 
En vista de la entusiasta aceptación que ha te 
nido en nuestra sociedad la nueva pieza \ polka 
militar» que se ha bailado en los recién tes bailes 
de la Legación de Chile, iMub Uruguay y en casa 
de los señores Howard, elieputado maestro don 
Gerardo. Grasso, autor del Pericón Nacional, se ha 
decidido á escribir una, que piensa dedicar á esta 
Revista, la que publicaremos con el primer núme 
ro del mes entrante. 
La reputación artística que tiene conquistada e¡ 
señor Grasso, es suficiente garantia para asegu 
rar que la nueva Polka Militar será brillante,.' 
En la segunda cuarteta del soneto Fülmen que 
publicamos en nuestro número anterior, ha sido 
omitido el segundo verso. La,cuarteta debe; ser la 
siguiente : 
Tu innoble corazón lleva consigo, 
cual una sierpe, la intención menguada ; 
por eso, tu amistad que ríe degrada 
desde ahora y por siempre la maldigo. 
El señor Aníbal Pulquet lia tenido la fineza de 
obsequiarnos con una bonita guitarra, verdadera 
obra da arte, ejecutada según un modelo hasta 
ahora desconocido del que ¿I es inventor. 
Esta guitarra, es recomendable por su elegancia, 
su consistencia y duración y po, la igualdad en la 
intensidad sonora de las seis cuerdas. El modelo 
que ha inventado el señor Fulquet es de una cons 
trucción en extremo delicada. La caja sonora sólo 
admite ciertos adornos de madera finísima, orna 
mentándose unicamente la circunferencia, el dia 
pasón y el claviíero, pues losa-dornosen o ras par 
tes del instrumento perjudicarían la propagación 
de las vibraciones y la intensidad del sonido seria 
deficiente y no resultaría dulce. El secreto de la 
invención está en la colocación de las barras-armó 
nicas interiores, El señor Fulquet piensa presen 
tarse al Gobierno para obtener privilegio:, Por 
nuestra parte agradecérnosle la atención y le feli 
citamos por su adelanto. 
Aviso de Administración 
Teniendo conocimiento que el reparto del nú 
mero anterior de nuestra revista ha sido ef-C.uado 
con alguna irregularidad por 1 is personas encar 
gadas, rogamos á aquellos de nuestros abonados 
qre no hallan recibido ese número, lo reclamen á 
la Administración; en la. seguridad de que serán 
ni mediata mente atendidos. 
Establecimiento, gráljro a.vapor. Convención'82.
	        
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