Full text: 2.1898,19.Mai=Nr. 46 (1898000246)

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VIDA MONTEVIDEANA 
artístico, gracioso y coquetón, sin causarle la 
más ligera molestia en los juanetes que tenia 
Pedro en extremo delicados. 
Desde entonces no quiso el emperador otrr 
zapatero que Anakoiroff; sus cortesanos si 
guieron el ejemplo del amo y el maestro sf 
enriqueció rápidamente. 
Una noche que Pedro. I estaba hecho una 
cuba, percance que le acontecía con más fre 
cuencia que lo necesario para su gloria, le 
pasó por las mientes el ennoblecer á su zapa 
tero, errándole principe de golpe y porrazo; al 
recobrar la serenidad no quiso, empero, re 
tractarse de una resolución que le inspirara! 
los vapores alcohólicos é hizo extender la; 
correspondientes ejecutorias. Y como- un viejt 
palaciego y diplomático se permite dirijirlc 
algunas observaciones muy respetuosas sobre 
el mal efecto que podría causar aquella i npe 
rial munificencia, replicó secamente el Czar: 
—En la tierra yo solo soy juez de mis actos: 
¿por qué no be de hacer noble y príncipe á un 
leal vasallo que me ha prestado y seguirá 
prestándome tantos servicios, cuando tengo é 
mi lado tantos príncipes que no me sirven 
para nada? Vale más un buen zapatero que 
un buen diplomático. 
No se enorgulleció Sergio Anakeiroff con le 
alta distinción que le había otorgado su au 
gusto parroquiano. Entusiasta de su oficii 
continuó ejerciéndolo y quiso que sus tres bi 
jas lo aprendieran y siguieran hacienio bola; 
y zapatos. 
Uno de ellos, el segundo, que sobrevivió ó 
Sus hermanos,casó con la hija única de un 
opulentísimo comerciante armenio y como su 
fortuna propia era ya considerable, dióse el 
caso de que su descendiente directo y herede 
ro el príncipe Nicolás Anakoiroff, maestro za 
patero, fuese uno de los señores más ricos de 
todo el imperio. Prestó sumas de importancia 
á Cala’ina II, á quien calzaba, y obtuvo ’a con 
cesión de unas mi'as que'.e redítu ron bene 
ficios inmensos. 
Fedor Anakoirotf, hijo de Nicolás y biznieto 
deSergio, el primer principe déla raza, había 
ap e idido también el oficio de sus mayores; 
] e o pagado de su título y de sus riquezas, 
echó á un lado la lezna, cerró el antiquísimo 
almacén patrimonial y prefirió vivir como un 
gran señor. Dejóse luego tentar por la política, 
metióse en líos y en conspiraciones, conclu 
yendo por lograr lo que menos deseaba; que 
le deportaran á la Siberia y le confiscaran 
todos sus bienes. 
Indultado diez años después, pero sin que se 
le restituyeran sus bienes, volvió á Moscou y 
vivió de su oficio. Sus descendientes le imita 
ron y actualmente un Anakoiroff sigue siendo 
el más hábil y afamado zapatero de la Santa 
Rusia. Es hombre rico, por herencia, pero no 
hace uso de su título auténtico de príncipe. 
Tulius. 
YO SOY 
Yo soy quien modula 
al pié de tu reja 
sentidas endechas 
de férvido amor; 
yo soy quien te canta 
con voz suave y tierna 
un triste poema 
‘de pena y dolor. 
Yo soy quien arranca 
á su pobre lira 
sacras melodías 
de intensa pasión; 
yo soy quien solloza 
muy quedo y suspira 
y amante delira 
lleno de aflicción. 
Yo soy quien entona 
triste y pesaroso 
un himno harmonioso 
de su amada en loor; 
yo soy quien rendido 
á tus pies de hinojos 
ahogado en sollozos 
impetro tu amor. 
GlzmÁn del Río. 
Mercedes Orientales, Mayo 25 de 1898. 
LA ÓPERA 
La Compañía para Solis 
El silencio que guarda la prensa respecto al 
lenco de la nueva compañía que debutará 
pronto en el teatro Solís, es verdaderamente 
^comprensible. 
Se dirá que conocemos á todos los artistas 
que vienen; peífectnmente; pero sobre estos 
mismos hay siempre algo que decir interesan 
te para el público, y, solfie todo, para el de 
Solís. 
Tamagno, por ejemplo, siempre se distingue 
en sus creaciones como la que ha hecho del 
«Amy Robsarl» que cantó en francés, durante 
su última estadía en Niza y MonteCarlo. 
También entusiasmó, corno siempre, á su 
auditorio, cantando la parte de don José en 
«Carmen». Y no era para menos. 
Nosotros no tendremos la misma satisfac 
ción, porque ninguna dama de las que vienen 
puede cantar «Cármen». 
Lo acompañaban la Beliincioni, protagonis 
ta; laSimonet, Micaela; y Kaschmann, Esca- 
millo. ¡Cómo habrá sido desempeñada la obra 
de Bizet con semejante reparto! 
La prima donna Luisa de Ehrenstein, períe- 
nece al teatro imperial eje Vlena. Y esta es 
una garantia. 
Antes de que se embarcara, la reina Mar-, 
garita la invitó especialmente para que can 
tase la misa de Verdi en la academia de Santa 
Cecilia en Roma; y es esta una distinción en 
favor déla Ehrerenstein, que nos promete no 
solo una buena Valentina, sino también una 
Eva exquisita en «Los Maestros Cantores». 
Siendo su repertorio wagneriano podemos 
preveer buenas noches de ópera. 
La Guerrini vuelve del Real de Madrid cu 
bierta de laureles. El OrfeodeGluck y el Sam- 
son y Dalila de Saint Saéns han hecho furor 
allí. Todos los críticos están unánimes en de 
clarar á la ya célebre contralto, gloría del tea 
tro italiano. Nosotros hemos dicho, cuando 
cantó aquí la parte de Dalila, que era imposi 
ble ser más perfecta, y sin embargo el públi 
co no la aplaudió como lo merecía. 
Dos veces se dió esta preciosa obra con los 
mejores elementos que existen actualmente, 
como lo son Tamagno y la Guerrini, y es muy 
lamentable que hayamos dejado perderla oca 
sión de cultivar nuestro oido en estas condi 
ciones. Es de esperar que reaccionaremos en 
la próxima temporada, dando la preferencia á 
los chef d’ ceucres reconocidos, como los arri 
ba mencionados. 
Sanmarco, el fogoso Géra:d que hemos fes 
tejado tanto, nos dará nocer una de sus 
mejores creaciones, que es mleto. Su última 
temporada la canló en Odessa consiguiendo 
aplausos de cuantos lo escucharon. 
La Berlendi el año pasado orden. Este año 
será una revelación á juzgar por los elogios 
que le prodigó la prensa de Nápoles ú proposi 
to de la manera notable como cantó la parle 
deAnr.eris. II Mattino, Corriere di Napoli, II 
Paese, La Taoola Rotonda, en fin, todos los 
periódicos, están de acuerdo en .alab ir los pro 
gresos de la jóven artista. Espejamos poder 
corroborar estas opiniones de un público como 
el del San Carlos. 
La Mendioroz, nueva para nosotros, nos lie 
ga con un vasto repertorio. Como que acaba de 
cantaren Alejandría (Egipto) las partes de EH- 
sabela, del Tannauser; Elsa, de Lohengrín; 
Magdalena, de Andrea Chénier; Margarita, de 
de Mefislófeles; Mimí, deBobeme; Manon de 
Puceini, Desdemoua de Olello. Debe poseer 
esta cantatriz una voz de un registro completo 
porquede Mimí n Elsa ó Elisabela hay una 
diferencia sensible. Todo esto lo cantó en 
compañía del tenor Borgatti, del cual se hacen 
grandes elogios; sobre todo, el Lohengrín y 
Manon de Puccini. 
Llegamos á una de nuestras predilectas, 
Luisa Tetrazzini. 
Su biografía no la haremos; es bastante co 
nocida entre nosotros, es casi una artista pía 
tenos porque aquí se formó, y no hace mucho 
que,cantaba la parte de Micaela en el San 
Martin de Buenos Aires junto con artistas de 
opereta, alcanzando muy pronto el primer 
puesto que ocupa actualmente. 
Al lado de Tamagno la oiremos en Guiller 
mo Tell ¡que Matilde! y qué Sita en el Ré di 
Lahore! sin contar el repertorio en que brilla 
siempre - 
Remo Ercolani, Di Grazia, A. Rossi, son 
bien conocidos de los habitúes de la Opera y 
no dudamos que estén siempre en condiciones 
de satisfacerlos. 
Con estos damos podemos asegurar un éxito 
más que lisonjero, completo, para la empresa 
y los artistas. 
Sansépine. 
Establecimiento Gráfico a vapor, Convención 82
	        
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