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PÁGINA BLANCA 
tanda no se diga la verdad verdadera en infini 
dad de casos. Y lo excepcional, que encontremos 
personas que en todas las ocasiones y momentos 
expresen fielmente lo que sienten y piensan. 
Curiosa. — No estamos autorizadas para nom 
brar al autor de las artísticas caricaturas que 
aparecen en «Nuestras bellezas». Por eso no 
afirmamos ni negamos sea el joven que Vd. cita. 
En cuanto a los originales, él es quien los elige- 
Nuremberg.—De quien la responsabilidad de la 
guerra ?. . . Los alemanes la atribuyen principal 
mente a Inglaterra. Los ingleses, franceses y 
belgas, a Alemania. Rusia, a Austria - Hungría. 
Austria - Hungría, a Servia y Rusia. Y así por el 
estilo, las demás. Lea Vd. las publicaciones ofi 
ciales hechas por las cancillerías. Todas abundan 
en documentos comprobatorios de su inocencia y 
todan extreman las notas del pacifismo. 
Ivonne.—(Florida). — Diríjase por ajuares de 
novia a las casas del ramo que publican avisos 
en PÁGINA BLANCA Con los trescientos pesos 
que destina, puede adquirir uno en las condicio 
nes que desea. Dichas casas le contestaran a 
vuelta de correo, proporcionándole detalles com 
pletos. 
Lux. — Tendría Vd. motivo legal para promo 
ver demanda de divorcio. Pero debe reflexionar 
mucho antes de decidirse. Con frecuencia eso 
que usted cita es más la resultante de falta de 
criterio práctico y abnegación en la mujer que 
de perversidad en el hombre. ¿Ha hecho usted 
todo lo que podía y debía hacer como esposa y 
reina del hogar? Ha puesto usted a prueba todos 
los recursos de la paciencia y la persuasión? 
Puede usted afirmar que está convencida de la 
inutilidad de sus esfuerzos ?... Recójase serena 
mente ; interrogúese con sinceridad; medite una, 
dos, diez noches. Y luego, resuelva. 
Nuksa. — No ha reflexionado usted lo bastante. 
La frase de Pensard — «la peor pobreza es la 
que se pasea por el mundo, de guante blanco » — 
tiene un sentido más hondo que el que usted le 
atribuye. Aplíquela a los que careciendo de re 
cursos de buena procedencia adquieren aquellos 
por medios inconfesables, y se penetrará de su 
verdadero y significativo alcance. 
Estudiante. — Una sencilla experiencia termo 
dinámica demostrará a Vd. que las fuerzas no 
son destructibles. Ocurre con ellas lo propio 
que con la materia: solo se modifican y trans 
forman. 
Carlota Knott. — Tenía razón el joven. Lee 
usted una página literaria. Puede asegurar que 
su autor es un literato. Ve usted un reloj. Puede 
asegurar que es la obra de un relojero. Pero, 
para que la deducción no sea arriesgada, es 
indispensable que en el hecho esté presente de 
cuerpo entero, por así decirlo, el hacedor. 
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