GRANOS DÉ ORO
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do; ha de inquirir cuáles son las fuerzas políticas del país que
le convida, y los intereses de sus partidos, y los intereses de
sus hombres, en el momento de la invitación.
Un pueblo crece y obra sobre los demás pueblos en acuerdo
con los elementos de que se compone.
La acción de un país, en una unión de países, será confor
me a los elementos que predominen en él, y no podrá ser dis
tinta de ellos.
Si a un caballo hambriento se le abre la llanura, la llanura
pastosa y fragante, el caballo se echará sobre el pasto y se hun
dirá en el pasto hasta la cruz, y morderá furioso a quien le
estorbe.
Dos condores, o dos corderos, se unen sin tanto peligro como
un condor y un cordero. Los mismos condores jóvenes, entre
tenidos en los juegos fogosos y peleas fanfarronas de la prime
ra edad, no defenderían bien, o no acudirían a tiempo y juntos
a defender, la presa que les arrebatase el condor maduro.
Prever es la cualidad esencial, en la constitución y gobier
no de los pueblos.
Gobernar no es más que prever.
No basta que el objeto de la vida sea igual en los que han
de vivir juntos, sino que lo ha de ser la manera de vivir; o pe
lean, y se desdeñan, y se odian, por las diferencias de manera,
como se odiarían por las de objeto.
Los países que no tienen métodos comunes, aun cuando tu
viesen idénticos fines, no pueden unirse para realizar su fin co
mún con los mismos métodos.
Quien dice unión económica, dice unión política.
El pueblo que compra, manda.