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CUBA CONTEMPORÁNEA
)
Las ranas están quietas a la orilla
En una adoración paciente y muda.
Y el pastor loco que con astros sueña
Hunde en el agua la imprudente mano.
Quiere sacar la estrella del pantano
Y en la imposible salvación se empeña.
¡Cloc, cloc!—gimen las ranas desoladas.
Roto el reflejo, desgarrado el astro,
Ya no queda en la charca sino un rastro
De hebras de luz sutiles y doradas.
Y yo, que asisto a la lección y llevo
En mi charca interior la dulce estrella
De una ilusión que se retrata en ella,
A ansiar la realidad ya no me atrevo.
Y como hipnotizada por el loco
Afán de no ver roto mi tesoro,
Hago guardia tenaz al astro de oro,
Lo miro fijo, pero no lo toco.
LA ESTATUA
Soy campana rota,
Nardo sin olor,
Fuente que ha perdido
Su vivo rumor.
Sólo espinas largas
Mis rosales dan.
Soy de un trigo negro
Que hace amargo el pan
¿Para qué me quieres
Si no tengo aromas?
¿Para qué me quieres
Si sequé mis pomas?