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CUBA CONTEMPORÁNEA
malos y cometemos grandes delitos morales para que la mentira
triunfe y no aparecer como embusteros.
El final de la obra es de una ironía profunda. El vigor de
Bojer, novelista masculino, da un relieve inolvidable a la glorifi
cación pública del mentiroso triunfante, aclamado por sus conve
cinos como la representación de la seriedad, de la veracidad, de
todas las virtudes del hombre justo. Y en su fondo, este prota
gonista no es malo. Es simplemente un egoísta... un hombre
como casi todos los hombres.
*
El matrimonio marcó para Bojer el final de los años de apren
dizaje y de bohemia, la regularidad de su existencia. Viajó mu
cho, ejercitándose directamente en el uso de los idiomas, ponién
dose en contacto con los escritores y artistas de cada país. Vivió
algún tiempo en Italia; luego residió en París cuatro años; a
continuación pasó en Londres una corta temporada. Su última re
sidencia en el extranjero fué en Berlín, donde estuvo todo un
invierno. Alemania es el país que mejor ha acogido sus obras y
que le ha dado más dinero. Sus novelas traducidas han alcanzado
grandes tiradas; sus dramas han pasado por todos los escenarios
alemanes. Pero Bojer no parece amar la vida germánica.
Después de estos viajes de estudio, el novelista se ha estable
cido definitivamente en su patria.
Primeramente vivió en Gjœvik, a orillas del lago Mjcesen;
luego en plena montaña, en Harpefoss, donde la soledad es grande.
Ahora reside en los alrededores de Cristianía, teniendo a su al
cance las ventajas de la capital, pero rodeado de la paz rumorosa
del campo.
El joven rústico que apenas visitó la escuela, que tuvo que
hacerse soldado para instruirse y pasó por las más aventureras
profesiones, es hoy un autor universal, que vive rodeado de libros
y de admiradores. También es un motivo de orgullo para su culto
país, que ha dado al mundo en poco tiempo tantos artistas cé
lebres.